Continúo con una revisión de la amplia oferta fílmica del streaming, la modalidad convertida en única forma de ver películas en épocas de pandemia. Esta vez le toca el turno a otro de los mejores títulos de Amazon Prime Video: “Reporte clasificado” (como se le tituló en español). Se trata de la segunda película dirigida por el experimentado guionista Scott Z. Burns, y producida por Steven Soderbergh, uno de sus habituales socios artísticos.
La cinta trata de ser también un recuento histórico. El protagonista y héroe del relato es Daniel Jones (Adam Driver), quien, como asistente de la senadora demócrata Dianne Feinstein (Annette Bening), investiga las “técnicas de interrogación mejoradas”, eufemismo para llamar a los más cruentos métodos de tortura física y psicológica que la CIA y los militares implementaron en la lucha antiterrorista posteriores al 11 de setiembre.
Para empezar, diremos que “Reporte clasificado” es un típico thriller político, casi demasiado típico. Está, como buena parte de los títulos en los últimos cuarenta años, en la reinvención del género que trazó Alan J. Pakula con su esencial “Todos los hombres del presidente” (1976). Así, filmes como “Mark Felt: el informante” (2017) o “The Post” (2017), siguen la línea estética tenebrista del fotógrafo de Pakula, Gordon Willis.
Habría que recordar que el filme de Pakula fue influyente por hacer del thriller una aventura secreta y susurrada de búsqueda de señales huidizas, con el constante peligro de estar enfrentada a los mayores poderes del Estado. Y si el estilo visual y sonoro fue determinante, no fue solo por el tenebrismo, sino porque creó una fría abstracción a partir de una inquietante arquitectura urbana: estacionamientos y edificios que aparentan estar vacíos, pero que podrían están siendo vigilados y escuchados en todo momento.
“Reporte clasificado” tiene mucho de ese ambiente visual lleno de gigantes estructuras de concreto: el Pentágono, la Casa Blanca, las oficinas de la CIA. Estos planos generales hacen más grande la soledad de Daniel Jones y su develamiento de mentiras y prácticas que –como sucedió con el espionaje de Nixon en Watergate– encubren terribles transgresiones a los principios y cimientos fundacionales de EE.UU.
Hay un costado valiente y frontal en este cine de denuncia que no teme callar nada, y que trasunta con pie firme las pesquisas a veces intrincadas de Jones. Como guionista experimentado, no hay baches narrativos en una historia llena de diálogos punzantes y personajes de carácter –donde sobresale la senadora Feinstein–, que hacen el camino algo tortuoso de un Jones muy bien aplomado por el talento de Driver.
Scott Z. Burns evita caer en la negligencia televisiva o teatral. Al estilo visual descrito arriba, hay que añadir su puesta en escena clásica, de relojería, sin dilaciones innecesarias, que aprovecha un elenco de lujo –con Corey Stoll, Jon Hamm, Ted Levine, entre otros–. Pero lo que se echa de menos es una gama de dimensiones privadas, de relieves humanos, algo ausentes en lo que pareciera ser un relato puramente político.
“Reporte clasificado” cuenta la verdad sobre el caso que trata. Incluso hay una crítica a la controversial “La noche más oscura” (2012). No obstante, decir la verdad no hace que “Reporte clasificado” sea un mejor filme que el de Kathryn Bigelow. Al contrario, la cinta de Bigelow es más original, profunda, menos retórica, y más compleja a todo nivel. El filme de Burns cuenta una investigación correcta, pero es demasiado explícita. Y, como sabemos, no toda denuncia tiene que borrar las zonas grises y los misterios del mundo. Aun así, se trata de un filme necesario, adulto y sofisticado, que merece verse.
LA FICHA
“Reporte clasificado”.
Título original: “The Report”.
Género: thriller, biografía.
País: Estados Unidos, 2019.
Director: Scott Z. Burns. Reparto: Adam Driver, Annette Bening, Jon Hamm, Corey Stoll.
Calificación: ★★★.