Ángel Navarro Quevedo

Parte del encanto de Japón radica en su misterio, un hermetismo que parece persistir desde el primer contacto con extranjeros hasta su formalización con la expulsión de todos los gaijin en 1639, bajo un decreto destinado a aislarlos del mundo. Actualmente, es imposible aislarse, prueba de ello son los incontables extranjeros que encuentran un espacio en la cultura nipona, llegando incluso a influenciar en los mangas, donde ni siquiera sus más grandes exponentes estuvieron libres del influjo de historias fuera de la isla.

Sobre la foto abridora: Los mangakas Tsuru Daisaku y Ryo Sumiyoshi en entrevista con El Comercio

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