El Rey Juan Carlos de España, quien abdicó la semana pasada al trono en favor de su hijo Felipe, acudió a su última corrida de toros como monarca y fue vitoreado por 22 mil personas entre las que se encontraba el cantante argentino Andrés Calamaro.
"¡Qué viva el rey!", fue uno de los clamores del músico que también posee la nacionalidad española y que en un post publicado en su blog oficial defendió la existencia de la monarquía.
"Yo nací en una república que, entre otras cosas, torturaba, asesinaba, suspendía las actividades del congreso, y perseguía nuestra moral y nuestra ideología. Quizás, entonces, un Rey hubiera servido para que la sangre no llegara al río", escribió Calamaro, quien luego explicó el porqué de su cariño por el Rey.
"Prometí lealtad a este señor cuando me fue dada mi segunda nacionalidad y aquí estoy respetando lo prometido. El Rey se merecía el aplauso de la afición solo por cumplir su último servicio a la tauromaquia y porque durante un largo tiempo feliz, fue un hombre real que cayó muy bien a su pueblo soberano, se le quiso con simpatía y cercanía", dijo Calamaro, quien también defendió su pasión por los toros.
"Si no te gustan los toros (a mí ni me va ni me viene) es cosa personal… pero, catalogar de idiota o egoísta al que le gusta, desde el abuelete que sabe, hasta el ganadero que trabaja, el novillero y las históricas plazas que se benefician en todo sentido del arte de la tauromaquia (cuando todos comemos filetes) es una tontería. Ni hablar de Picasso & Hemingway… entonces, ¿ellos también fueron ‘ignorantes’?", apuntó Calamaro.