(Foto: Difusión)
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Las paradojas y la versatilidad de la guitarra –abocada también a generar sonidos de percusión desde su caja de resonancia– abarcan una buena parte del ADN sonoro y lírico de "Salvavidas de hielo", el último disco de .

Lo cuenta el músico uruguayo por teléfono a El Comercio mientras atraviesa el control migratorio en un aeropuerto para dirigirse a Buenos Aires desde Montevideo. Drexler suele transitar con fe trashumante por América Latina y España para defender en vivo sus trabajos. Ahora lo hará el 21 y 22 de mayo en Lima, en el Gran Teatro Nacional, y el 24 en Arequipa. 

Drexler abrazó un dicho del gurú orquestal Igor Stravinsky para definir un rumbo: "Cuanto más me limito, más me libero". La frase encierra tanto una paradoja como un camino hacia la versatilidad. 

El artista de 53 años detalla: "Es una afirmación estética que me gusta mucho. Me gustan las paradojas. El disco está lleno de paradojas. Desde su propio título, ‘Salvavidas de hielo’, hasta la canción ‘Silencio’ seguida de ‘Telefonía’, que abordan la realidad de la comunicación desde perspectivas opuestas. Me gusta ver el mundo con la perspectiva de la estereofonía o de la visión estereoscópica. Me gusta ver el mundo tridimensional, complejo, más que un mundo plano".

En cuanto a la limitación que desemboca en liberación, Drexler se propuso que la guitarra fuera el eje instrumental absoluto: "Este disco es un estudio fractal de la guitarra, en el sentido de que en un espacio reducido se repite el todo. Ese espacio reducido es la guitarra. Intentamos encontrar el infinito en un espacio finito, en el sentido holográfico o fractal, donde cada parte reproduce el todo. Intentamos que, a partir de la guitarra, pudiéramos conseguir un universo infinito de sonidos: desde sonidos de bombo o metálicos. Todo el espectro". 

La última vez que el uruguayo vino a Lima fue en el 2016, en un recital que incluyó la despedida del sumo pontífice rítmico Rubén Blades de los conciertos de salsa. En aquella ocasión, Drexler estuvo acompañado por las teclas y programaciones sutiles de Luciano Supervielle, que refuerzan esos ecos íntimos que se repiten y mutan: una belleza que cautiva por su esencia esquiva.

El músico advierte que sus próximas presentaciones cambiarán "en todo": "Este será un show basado en las sonoridades orgánicas de la guitarra. Llevaremos también un bajo y una batería, pero las percusiones con la guitarra mandan, por ejemplo". 

DESCONGELAR LAS EMOCIONES

Hielos y glaciares son parte del imaginario del último disco de Drexler. ¿Cómo asomaron estos elementos gélidos o efímeros? Él responde: "De la manera como asoman las imágenes en mis discos: de manera sorpresiva, inesperada y no clarificada. La composición es un acto subconsciente para mí. Yo me siento frente a la hoja en blanco y trabajo por asociación libre. Recién después me di cuenta de que la palabra 'hielo' aparecía varias veces en el disco, al igual que la palabra 'anzuelo', y no sé qué puede significar eso. Tampoco me di cuenta de que la palabra 'amar' no aparecía en todo el disco. Es la primera vez que no aparece la palabra 'amar' en un disco mío. Pero esas son reflexiones estadísticas que las hace otra persona. Un día, una persona vino y me dijo: ‘Te das cuenta de que este es tu primer disco sin la palabra amar, ha dicho un estudio lingüístico’. Se lo agradecí mucho, es muy revelador, pero mis discos están hechos desde el subconsciente, hay cosas que yo no percibo". 

Bienvenida la polisemia de la que son capaces de generar las letras de una canción. Y "Salvavidas de hielo" dice lo siguiente: "Mantenernos a flote, tragar entero el anzuelo /Duró tu amor lo que un salvavidas de hielo". 

Se suma así otra parada de un hombre en constante movimiento. Y que ha visto cómo la justicia poética ha caído de su lado más de una vez: fue memorable cuando ganó el premio Oscar en el 2005 por el tema "Al otro lado del río", y al recibir el trofeo Drexler se limitó a cantar, porque previamente habían decidido que él no se iba a presentar en la transmisión en vivo de la gala de la estatuilla dorada (los que interpretaron la canción fueron Antonio Banderas y Santana, quienes la destrozaron). En el Perú,  proseguirá con esta trayectoria zigzagueante y plausible.

MÁS INFORMACIÓN

Jorge Drexler en Lima: 20 y 21 de mayo, a las 8 p.m., en el Gran Teatro Nacional (Av. Javier Prado Este 2225, San Borja).
En Arequipa: 24 de mayo.
Entradas: Atrápalo.pe y boletería.

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