“Tenores”: cuarteto peruano vuelve al Gran Teatro Nacional | ENTREVISTA

¿Qué tienen en común Luciano Pavarotti, Silvio Rodríguez, Andrea Bocelli y Paul McCartney? Los cuatro son tenores. Bajo ese concepto nació el proyecto “Tenores”, cuarteto musical integrado por cantantes peruanos que presentará la edición “Tenores Rock” para celebrar su 15 aniversario. A diferencia de temporadas pasadas, este show solo contará con una fecha el 4 de julio en el Gran Teatro Nacional, donde cantarán los éxitos más recordados del rock internacional.

En esta nueva aventura, la formación original integrada por Moshe Bautista, Jorge Pardo, Jhovan Tomasevich (vocalista de Zen) y Aldo Rodríguez volverán para presentar un show que se mantiene en esencia, pero que contará con variantes interesantes como momentos de canto individual, en dúo, trio y cuarteto, además de contar con la participación de artistas invitados, una banda de rock como acompañamiento y una cabina de radio que narrará en forma cronológica las canciones que se presentarán desde las más antiguas hasta las más recientes.

“No hay que olvidar que “Tenores” es un espectáculo músico-teatral, por eso complementamos la música con elementos visuales, luminosos y teatrales”, añade en entrevista con El Comercio Jorge Pardo, quien cree que la vigencia del cuarteto se debe a que siempre salen de su zona de confort y ponen la vaya cada vez más alta.

“Los ensayos son lo más cercano a lo militar. Todas las canciones ya deben estar aprendidas, el nivel musical debe mantenerse alto, los horarios fijos y todo debe ser leído en partituras, además de que las sesiones son minuciosas”, añade Pardo.

El trabajo de montar el show también pasa por las manos de Diego Gargurevich, encargado de la propuesta teatral; Mario Raez, encargado de la iluminación; Francesca Dasso, encargada de los elementos visuales; Carlos Ramírez, encargado de la dirección musical; y otros tantos miembros del equipo que dan vida al show.

El espectáculo que comenzó con dos presentaciones en el polideportivo de la Pontificia Universidad Católica del Perú, intentando ser un proyecto similar a “Pavarotti & Friends”, adquirió una identidad propia que ha ido variando desde su creación y que vuelve con ideas nuevas que no descartan ningún género musical. En palabras de Pardo: “No hay un techo para nosotros, todo lo inimaginable puede suceder en ‘Tenores’”.

En el Perú no hay un espectáculo que se asemeje a la propuesta que inicialmente tenía formato semisinfónico, con orquesta de cámara, sección de cuerdas, vientos, rítmicos y de coro, que en 2016 cambiaría completamente cuando Mabela Martínez, junto al equipo creativo, decidió llevar el proyecto por un rumbo nuevo, añadiendo “sabor” a través de funciones temáticas irrepetibles.

“A Mabela es a quien se le ocurren este tipo de ideas y nosotros se lo agradecemos, ya que para nosotros esto no es un trabajo, sino una bendición porque hacemos lo que más disfrutamos”, agrega Moshe Bautista, quien opina que, aunque las ediciones cambien, la esencia sigue siendo la misma: innovación constante.

Así surgen ediciones como “Tenores San Valentín” y “Tenores Love”, adaptándose a la fecha de presentación el 14 de febrero, así como el homenaje al compositor mexicano Armando Manzanero a través de la edición “Tenores Manzanero”, donde versionan temas como “Contigo aprendí”, “Adoro” o “Nada personal”.

En el caso de “Tenores Rock”, el cuarteto busca tener un repertorio que represente fielmente al rock, abarcando a Pink Floyd, The Beatles, Led Zeppelin, Queen, The Rolling Stones y otras tantas agrupaciones angloparlantes que marcaron una época.

Una vez resuelta la lista de canciones y los aspectos técnicos, entra en juego un elemento que permitió que grandes cantantes sigan juntos después de una década y media: los egos fuera del escenario. “Si a alguien le queda mejor una canción y brilla, nadie le discute, es más, lo apoyamos para que salga de la mejor manera posible porque entendemos que el éxito individual, cuando se trabaja en conjunto, significa el éxito grupal”, finaliza Tomasevich, quien hace alusión a un posible “Tenores Reggaetón” que más que una broma, parece una promesa, pues con “Tenores” no hay cosas imposibles.