No todo es Rolling Stones o Coldplay. Conviene prestar atención a los francotiradores que disparan e inyectan ideas vitales a la música desde una posición menos visible.
Con apenas una rauda promoción en las redes, la banda Él Mató a un Policía Motorizado ofreció el miércoles y jueves conciertos en Lima. Fueron tocadas admirables.
En la electricidad y el ruido del quinteto de La Plata, Argentina, cabe la sutileza (el teclado marca un cálido contraste), la armonía y el socorro sentimental. Su lí- nea genealógica es visible: ellos toman la posta de grupos canónicos del noise y la transgresión creativa como Sonic Youth o Pixies, para luego facturar un lenguaje personal. Tras varias grabaciones, el potencial de Él Mató... finalmente se luciría con plenitud en "La dinastía Scorpio" (2012), un disco memorable que canta a la urgencia emocional, encara el desamor y celebra la amistad, la sobrevivencia cotidiana y otros trances anímicos.
La actitud de independencia de Él Mató..., que se desmarca de la solemnidad oficial como quien huye de la peste, también se traslada a las presentaciones en vivo. Prima la parquedad. Hay saludos cordiales hacia el pú- blico, pero escasean las payasadas y los discursos que se presten para el chauvinismo y otros golpes de efecto. Provoca creer que no hay poses calculadas en ellos. La guitarra no se mancha.
Importa la música. Gustavo Monsalvo dibuja con su guitarra líneas melódicas afiladas e inserta con pericia digresiones y distorsiones. Y todo se ensambla alrededor de Santiago Barrionuevo, bajista, cantante, líder y alma del grupo.
Los conciertos incluyeron algunos temas de "Violencia", su último EP (un formato con pocas canciones) que no anuncia bruscos virajes estilísticos. Acaso la banda se halla en un momento de transición, consciente del deber de no repetir los hallazgos notables de "La dinastía Scorpio".
En "Violencia", el espíritu indie persiste. Esa postura está desde sus inicios. El nombre del grupo nació del mero capricho de dar la contra. Sus integrantes cuentan que un día estaban viendo una película "media trucha" y que aparecieron en el subtítulo las palabras "él mató a un policía motorizado". La frase quedó. La rebeldía es salud y creatividad.