María Pía Barrientos

¿De quién es el concierto?, me pregunta el taxista cuando ve la cola que se forma fuera del teatro Pirandello. "", le digo. "¿Quién?", me pregunta. En su vida escuchó ese nombre. "¿Viste "Luz Clarita"? Es la que hacía de mala", le digo yo. Se hace la luz. Que me linche su fanaticada por comenzar una nota sobe su show hablando de la novela que la mexicana guarda en su baúl de recuerdos. Y es que sí pues, mucha agua pasó bajo el puente. Ximena Sariñana ya no es la niña mala, hoy es la diosa 'indie' de miles, la voz de las rupturas amorosas, de las 'hipsters' dubitativas y de cualquiera que disfrute de su extraña, pero increíble voz. 

Gala Briê abre el show. la cosa comienza lenta, pero el ambiente va calentándose a medida que pasan sus canciones. Y el público no puede mas, desea ver a su reina. Rondan las 10 de la noche y aún no hay señales de ella. 

De pronto la banda de Ximena Sariñana empieza a tocar y la escuchamos, pero no la vemos. Por fin irrumpe en el escenario. Está enfundada en un pantalón psicodélico, una camisa, un top pegado. Lleva una cola y casi nada de maquillaje. Ximena se muestra tal cual es; extraña, pero maravillosa. 

"No voy a decir que no", entona para comenzar. "Cuando mientes", llega después, seguida por "La vida no es fácil". Ximena se contorsiona en el escenario, salta, baila, no para. Sus fanáticos la animan a seguir en trance. 

"Estoy muy emocionada por hoy. Esto es un sueño de hace muchos años y es aún mejor de lo que esperaba", dice la mexicana, quien luego elogia la comida peruana. "Estamos tres kilos arriba, pero felices", confiesa. 

LA DIOSA Y EL TIGRE
Ximena Sariñana se tranquiliza y lanza sus canciones "sufridoras", como ella misma llama. Llega "Tú y yo", entre otras. Luego invita a Nico Saba, vocalista de Kanaku y el Tigre, para cantar junto a ella "Monitor", tema de "Mediocre", álbul del 2008. El audio no ayuda y Nico parece leer la letra mientras canta nervioso. La voz de Ximena compensa, destaca, acompaña. "Qué emoción. La hemos pasado bien (con Nico y sus amigos), no nos podemos quejar", dice cómplice. 


VIDEO: Ximena Sariñana cantó con los peruanos Nico Saba y Gabriela Gastelumendi en Lima. (Fuente: El Comercio)

Llega "Ruptura" y "Mediocre". Ximena toma el teclado, luego coge una guitarra, después se abandona a su danza frenética y sube y baja y se contorsiona. "Diosa", corean sus fanáticos. "Ah. pensé que me decían 'pioja'. Dije, tal vez será un cumplido aquí", dice divertida. "Hazme un hijo", se escucha en el fondo. Ella prosigue desentendida. 

Todo está por terminar. La descarga emocional está por finalizar, pero aún faltan sus dos temas más conocidos. El público por fin se para de sus asientos a pedido de su musa. Gala Briê llega para entonar junto a la mexicana "Sin ti no puede estar tan mal". La gente la acompaña en su extraña danza, la imitan, se bambolean sin reglas. "Vidas paralelas", quizás su canción más conocida, le pone la cereza al pastel. Ximena agradece complacida, promete volver y se despide para ya no volver. 

Ximena Sariñana no hace la típica jugarreta de irse y volver cuando la aclaman. Es franca, directa, única y no va con juegos.  O la compras tal cual es o la dejas. Tú decides. 

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