Antonio Aguinaga es el coronel y Luccia Méndez la niña, rol que en el 2016 interpretó la actriz peruana Mayella Lloclla. (Foto: Geza Morales)
Antonio Aguinaga es el coronel y Luccia Méndez la niña, rol que en el 2016 interpretó la actriz peruana Mayella Lloclla. (Foto: Geza Morales)

De vez en cuando se pueden ver en Lima obras del fundamental dramaturgo argentino Arístides Vargas. Se recuerdan "Nuestra señora de las nubes", "La edad de la ciruela", "El deseo más canalla" y "La muchacha de los libros usados". Esta última, precisamente, acaba de regresar a las tablas bajo la dirección de Mariana Palau. Ella la montó por primera vez en el 2016, en el teatro Ricardo Blume, y ahora la repone en el Centro Cultural Ricardo Palma.

Sobre la constante presencia de la obra de Vargas en la cartelera local, Palau comenta: "Vargas es un autor muy interesante por su forma de escribir y su capacidad de tratar temas difíciles e importantes de formas muy simbólicas. Él logra hablar de temas sociales muy reales y actuales, pero a través de mundos poéticos".

"La muchacha de los libros usados" no es la excepción. Vargas narra la historia de una niña que fue vendida por su familia para casarse con un coronel mucho mayor. Palau anota: "Pero no solamente se habla de la trata de personas, específicamente de niñas, sino del rol de la mujer en la sociedad y cómo es oprimida".

La directora cita ejemplos: la mamá de la protagonista tiene un rol pasivo cuando se trata de tomar decisiones familiares; y a la esposa de un militar amigo del coronel no la dejan hablar, y ha sido tantas veces tratada como una tonta que ella misma cree que lo es.

Sin embargo, Vargas les permite redimirse, aunque sea por breves instantes, del flagelo. Palau agrega: "La esposa tiene un momento de estallido en el que revela que está harta de esa vida, harta de ser considerada un adorno y cuenta cómo tiene pequeñas venganzas con el coronel. Pero también está la reivindicación de la obra: el autor permite que la niña dé su testimonio como una forma de satisfacer su necesidad de contar su historia, su experiencia para liberarse del tormento, que es algo que en la actualidad sucede con mucha frecuencia".

Se le pregunta a la directora por qué cree que Vargas optó por mostrar a la protagonista siempre como una niña. Ella afirma: "Como es una obra muy poética, nunca se especifica cuál es su edad. De hecho, al inicio del texto de la obra, la niña dice 'tengo 14, mentira tengo 50. Tengo entre 14 y 50 años'. En ese sentido, es posible pensar que el autor se valió de este recurso para destacar que, por todo lo sufrido, ella se quedó en esa edad. El recurso es fundamental porque potencia el drama: lo hace más real y es mucho más conmovedor ver a una niña que a un mujer diciéndote 'esto me pasó'".

MÁS INFORMACIÓN
Lugar: Centro Cultural Ricardo Palma.
Dirección: Av. Larco 770, Miraflores.
Horario: martes y miércoles, 8 p.m.
Entradas: Atrapalo.pe

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