
¿Sabías que los colores que vemos a diario pueden influir mucho en cómo nos sentimos? No es solo una idea sin base: existen estudios que demuestran que ciertos tonos activan distintas partes del cerebro y afectan nuestras emociones.
La doctora Tania Elliott, internista y influencer en salud, comentó en una entrevista con el New York Post que la forma en que percibimos los colores puede afectar nuestro estado de ánimo, ya que estimula señales hacia el hipotálamo, lo que podría desencadenar la liberación de hormonas específicas.
Además, la doctora afirma que “ciertos colores incluso se han asociado con cambios fisiológicos como aumentos en la presión arterial y el metabolismo”. Por ejemplo, el verde suele estar relacionado con la calma. De hecho, algunos estudios mostraron que estar en espacios verdes dentro de una ciudad ayuda a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

Pero si lo que buscas es sentirte más feliz, entonces hay otros colores que pueden ayudarte. “El amarillo y el naranja se han relacionado con la felicidad”, asegura Elliott. Este vínculo tiene que ver con asociaciones culturales y procesos en el cerebro que aún no se entienden del todo.
El color amarillo, en especial, parece estar muy relacionado con emociones positivas como la alegría. Una investigación del Hospital Universitario del Sur de Manchester encontró que las personas felices elegían el color amarillo para representar cómo se sentían, mientras que quienes se sentían tristes o ansiosos preferían el gris.
Un buen ejemplo es la famosa carita sonriente amarilla, creada por el diseñador gráfico Harvey Ball en los años 60. “Hice un círculo con una sonrisa por boca en papel amarillo, porque era soleado y brillante”, declaró el hombre.

Pero, ¿cómo podemos usar estos colores para sentirnos mejor? “Llévalos, píntalos o coloréalos con ellos y, aún mejor, encuéntralos en la naturaleza, por ejemplo observando el amanecer o el atardecer, que pueden aumentar los niveles de dopamina”, recomienda Elliott.
Incluso en redes sociales como TikTok, se ha hecho popular la idea de vestirse con colores vibrantes para levantar el ánimo.
Esta tendencia, conocida como “vestimenta dopaminérgica”, tiene respaldo científico. Según el medio citado, un estudio de 2012 de la Universidad de Hertfordshire concluyó que la ropa que usamos influye en cómo nos sentimos.

“Muchas de las mujeres de este estudio sentían que podían alterar su estado de ánimo cambiando lo que llevaban puesto”, dijo la doctora Karen Pine, autora del informe.
Además, rodearse de colores alegres también puede ayudar: durante la Primera Guerra Mundial, se diseñaron habitaciones con paredes amarillas en hospitales, y aunque no eran un tratamiento, los médicos notaban que hacían sentir mejor a los pacientes.
Cabe agregar que hay una disciplina que se dedica a analizar este tipo de comportamientos. Denominada la psicología del color, es el estudio de cómo los colores afectan las emociones, los sentimientos y los comportamientos humanos. Se basa en la idea de que cada color tiene asociaciones y significados culturales y psicológicos que pueden influir en nuestras percepciones y reacciones.
En pocas líneas, la psicología del color explora cómo los colores impactan nuestras emociones y conductas, considerando tanto asociaciones culturales como respuestas psicológicas inherentes. Se aplica en campos como el marketing, el diseño y el arte para influir en las percepciones y evocar sentimientos específicos.
Cuáles son los colores que transmiten mayor felicidad
Según la psicología del color, varios colores se asocian con sentimientos de felicidad y positividad, aunque la percepción puede variar ligeramente entre individuos y culturas. Algunos de los colores que se consideran que brindan mayor felicidad son:
- Amarillo: Este color brillante y enérgico a menudo se relaciona con la alegría, el optimismo, la felicidad y la energía. Se asocia con el sol y la luz, evocando sentimientos cálidos y positivos.
- Naranja: Al ser una combinación de rojo y amarillo, el naranja comparte algunas de las cualidades de ambos, como la energía y la calidez, pero con un toque más suave y amigable. Se asocia con el entusiasmo, la creatividad, la felicidad y el optimismo.
- Azul: Aunque a menudo se asocia con la calma y la tranquilidad, ciertos tonos de azul claro también pueden evocar sentimientos de felicidad, paz y serenidad, recordando al cielo despejado o al mar tranquilo.
- Verde: Este color de la naturaleza se relaciona con el crecimiento, la renovación, el equilibrio y la armonía. Puede generar sentimientos de bienestar, frescura y esperanza, contribuyendo a un estado de ánimo positivo.
- Rosa: Asociado con la dulzura, la amabilidad, la inocencia y el optimismo, el rosa, especialmente en tonos más brillantes, puede generar sentimientos de alegría y felicidad.
¿Cómo podemos usar el conocimiento de los colores para mejorar nuestro bienestar emocional?
Los colores podemos aplicarlos en nuestra vestimenta, decoración del hogar y entorno del trabajo con la finalidad de influir positivamente en nuestro estado de ánimo. Rodearnos de colores que nos despiertan sentimientos positivos son capaces de generar buenas sensaciones.