La prolongada exposición al sol sin los debidos cuidados es peligroso a cualquier edad, pero más aún cuando se es adulto mayor. Y es que con el paso del tiempo la piel cambia y si no se usa protector solar, los daños pueden ser más graves. Entonces, ¿cada cuánto tiempo hay que reaplicar este producto en verano? Si tienes un anciano a tu cuidado o quieres preocuparte más por tu salud, desde Mag te brindamos los detalles que debes tener en cuenta. Así que toma nota.
Las altas temperaturas son la invitación perfecta para disfrutar de un día en la playa, piscina o dar caminatas al aire libre, pero si no se protege la piel contra los rayos UV, la dermis puede salir muy perjudicada.
“Con los años la piel cambia, durante la tercera edad pierde capas de epidermis, se atrofia y se hace visiblemente más delgada, así como se reseca perdiendo elasticidad y fuerza. A esto se debe sumar el daño provocado por el sol acumulado durante toda la vida. Por eso, los adultos mayores necesitan cuidados específicos a nivel cutáneo”, explicó la Lic. Magaly Rojas Hilares, docente del programa de Asistencia al Adulto Mayor de Educación Continua en el Instituto Carrión.
Cómo reaplicar el protector solar a un adulto mayor
El protector solar que se debe elegir es aquel que sea ante los rayos UVA/UVB con un FPU 50+. Se debe aplicar cada 2 horas durante el día y 20 minutos antes de exponerse al sol con la piel lavada y seca. Este evitará quemaduras solares, envejecimiento cutáneo y cáncer de piel.
Además, es importante considerar que un adulto mayor no se debe exponer al sol entre las 10:00 am y las 04:00 pm y, en caso lo haga, debe llevar ropa holgada como camisones, pantalones hasta el tobillo y sombrero de ala ancha para que cubra cara, cuello y orejas. El tiempo máximo que deben exponerse al sol es de una a dos horas.
Qué hábitos debe cambiar un adulto mayor en verano
Para proteger la piel y evitar un cáncer, el adulto mayor debe cambiar hábitos alimenticios. Por ejemplo, es preferible consumir frutos ricos en antioxidantes como fresas, moras, arándanos, entre otros. Así como verduras de colores amarillos, naranjas, rojizos y verdes, como son la zanahoria, el tomate, las espinacas o el brócoli. La razón es que todas ellas son ricas en beta-carotenos que potencian la producción de la melanina, que son las células que protegen la piel del sol.
Adicional a eso, hay que beber abundante agua durante el día, así la piel se mantendrá hidratada frente a la resequedad que puede provocar el sol.
Cómo tratar una insolación en el adulto mayor
En caso un anciano se haya expuesto al sol sin protector solar y presenta una quemadura o insolación, hay que “utilizar compresas con agua fría o envuelve hielo en una toalla para colocarlo sobre la piel en zonas de elección como axilas, ingle y frente para bajar la temperatura. También coloque bolsitas de té en los parpados por 5-10 minutos y tome abundante agua para que la piel no se deshidrate. Si no mejora, asista a un establecimiento de salud”.
Cómo evitar que la piel se pele tras tomar el sol
Para que la piel no se pele es preciso mantenerla correctamente hidratada y protegida de los rayos solares. Cuando nos veamos afectados por descamación a consecuencia del sol hay que tener en consideración una serie de detalles que contribuirán a reducir de manera importante este problema:
1. Enfría la piel afectada
Si ves que tienes alguna parte del cuerpo roja y te quema al entrar en contacto con la ropa, probablemente tengas un problema y en poco tiempo empezarás a descamar. Primero, lo recomendable sería aplicar algo de frío en la zona con una ducha. Conseguirás calmarla por un tiempo.
También es importante que le prestemos atención al secado tras la ducha. Nunca frotes con la toalla, sino que lo ideal sería presionar para acabar con la humedad y lograrás que no se levante la piel.
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