Sentarte mal podría estar dañando tu cuerpo: cómo hacerlo correctamente, según expertos en salud
Sentarte mal podría estar dañando tu cuerpo: cómo hacerlo correctamente, según expertos en salud

Al parecer, las personas mayores tenían razón cuando nos pedían que nos sentáramos derechos: la postura importa mucho más de lo que creemos. En la actualidad, muchos se enfocan en perder peso, hacer ejercicio o mejorar la salud intestinal, olvidando un aspecto básico: cómo nos sentamos o nos paramos a lo largo del día. Aunque parezca un detalle menor, la postura puede tener un gran impacto en nuestra salud general.

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Kristianne Egbert, experta en ergonomía de la empresa Briotix, asegura que mantener una mala postura puede afectar seriamente tu salud. “Sentarse con una mala postura puede afectar tu bienestar general de varias formas”, explicó en una entrevista con el New York Post. “Esa posición puede ejercer una tensión innecesaria en el cuerpo, lo que a la larga provoca molestias”.

Esa tensión constante hace que las articulaciones se desalineen, los músculos se tensen y la circulación sanguínea se reduzca. Y no se trata solo de sentarse mal. “Mantener cualquier postura por mucho tiempo, ya sea sentado o de pie, afecta al cuerpo”, agregó. “Las posiciones estáticas hacen que los músculos se tensen, disminuyen el flujo sanguíneo y causan fatiga”.

Una postura correcta contribuye a una mejor respiración y puede aumentar la concentración y la productividad. (Foto referencial: Freepik)
Una postura correcta contribuye a una mejor respiración y puede aumentar la concentración y la productividad. (Foto referencial: Freepik)

Por eso, Egbert recomienda moverse con frecuencia a lo largo del día, sin importar si trabajas en una oficina con escritorio de pie o frente a una computadora tradicional. “Además de mantener una postura neutral, es importante incorporar movimiento regular durante el día”, afirmó. “Para quienes trabajan frente a un computador, sugerimos estar de pie unos 20 minutos por cada hora, en bloques de 10 minutos, como máximo”.

Uno de los errores más comunes al sentarse es encorvarse hacia adelante. “Esto puede ocurrir porque el monitor está demasiado lejos y la persona se inclina para ver la pantalla”, explicó. “Otro motivo es una silla mal ajustada: si es muy alta o muy profunda, la persona se sienta al borde para acomodarse y termina encorvándose”.

Egbert sugiere invertir en una silla totalmente ajustable, con buen acolchado, que permita adaptar la altura, profundidad y soporte según las necesidades del cuerpo. Esto también ayuda a mejorar la circulación.

El mantener su cuerpo en la posición correcta, ya sea que esté en movimiento o quieto, puede ayudarle a evitar dolores, lesiones y otros problemas de salud. (Foto referencial: Freepik)
El mantener su cuerpo en la posición correcta, ya sea que esté en movimiento o quieto, puede ayudarle a evitar dolores, lesiones y otros problemas de salud. (Foto referencial: Freepik)
Los expertos sugieren invertir en una silla totalmente ajustable, con buen acolchado, que permita adaptar la altura y soporte según las necesidades del cuerpo. (Foto referencial: Freepik)
Los expertos sugieren invertir en una silla totalmente ajustable, con buen acolchado, que permita adaptar la altura y soporte según las necesidades del cuerpo. (Foto referencial: Freepik)

Para mantener una buena postura al estar sentado, recomienda seguir estas pautas: tener la espalda completamente apoyada en el respaldo, los muslos cómodos con un espacio de 2 a 3 centímetros entre la silla y las rodillas, los brazos colgando naturalmente con los antebrazos paralelos al suelo, los pies apoyados en el piso y las rodillas formando un ángulo recto. Todo esto es clave para prevenir molestias a largo plazo, como el aumento de casos de “joroba de viuda”, un problema postural que cada vez afecta a más jóvenes.

Cómo escoger una buena silla para estudiar o para la oficina

Para escoger una buena silla para trabajar o estudiar, prioriza la ergonomía y el soporte lumbar. Busca una silla que te permita mantener una postura neutral, con la espalda recta y los pies apoyados firmemente en el suelo. Es indispensable que tenga un buen soporte lumbar ajustable, ya que esto ayuda a mantener la curva natural de tu columna y a prevenir dolores de espalda durante largas horas sentado. Los reposabrazos también deben ser ajustables para que tus brazos y hombros puedan relajarse.

Considera la ajustabilidad y los materiales de la silla. Una silla de calidad debe permitirte ajustar la altura del asiento, la inclinación del respaldo, la tensión del reclinado y la profundidad del asiento. Esto asegura que la silla se adapte a tu tipo de cuerpo y a tu escritorio o mesa de trabajo. En cuanto a los materiales, opta por telas transpirables que eviten la acumulación de calor y sudor. La malla y algunas telas técnicas son excelentes opciones.

Finalmente, piensa en la durabilidad y la estabilidad. Invierte en una silla con una base sólida (preferiblemente de cinco puntos con ruedas) y componentes robustos que soporten el uso diario. Prueba la silla si es posible; siéntate en ella por unos minutos, ajusta sus parámetros y asegúrate de que te sientas cómodo y estable. Recuerda que una buena silla es una inversión en tu salud y productividad a largo plazo.

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