En días de intenso sol no solo hay que preocuparnos por usar protector solar, buscar la sombra o hidratarnos correctamente, sino también prestar atención a una emergencia que nos puede ocurrir mientras hacemos ejercicios, ¿sabes cómo identificar que estás sufriendo un golpe de calor y qué hacer para no empeorar tu situación? Hoy te lo explico de la mano de los especialistas y te detallo por qué es sumamente peligroso pasarlo por alto.
Esta situación se presenta con mayor frecuencia cuando las personas toman la decisión de aprovechar el buen clima para realizar actividades físicas al aire libre sin tomar las precauciones del caso. “El golpe de calor es la forma más grave de lesión por calor y puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 104 °F (40 °C) o más. Esta afección es más frecuente en los meses de verano”, detallan desde Medlineplus.
“El ejercicio al aire libre tiene muchos beneficios, pero las altas temperaturas pueden aumentar el riesgo de deshidratación, golpes de calor y otros problemas de salud. Es importante tomar medidas preventivas para mantener el cuerpo protegido y evitar complicaciones”, agrega el Dr. Luis del Águila, Sub Gerente de Gestión de la Salud de Pacifico Salud.
Cómo saber que se sufre un golpe de calor
El golpe de calor aparece, comúnmente, cuando se combina un ambiente caluroso, ejercicio extenuante, atuendo deportivo que limita la evaporación del sudor, una insuficiente adaptación al calor, demasiada grasa corporal, y/o carencia de buena forma física. En resumen, desde Mayo Clinic detallan que es “un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas”.

Qué hacer si sospechas de un golpe de calor
El Dr. del Águila advierte sobre los síntomas del golpe de calor, que incluyen piel caliente y seca, dolor de cabeza intenso, confusión o desorientación y náuseas, dificultad para respirar o mareos: “ante cualquier signo de golpe de calor, es vital detener la actividad, hidratarse y buscar atención médica inmediata”. Si se presentan más de dos de estos signos, se sugiere buscar atención médica de inmediato para prevenir complicaciones.
Para evitar sufrir un episodio que ponga en peligro tu salud en verano, lo mejor es tomar ciertas medidas: evitar las horas de mayor calor para entrenar, ya que es preferible hacer ejercicio temprano en la mañana o al atardecer; hidratación constante con agua antes, durante y después del ejercicio así como bebidas con electrolitos; usar ropa adecuada y que sea ligera, de colores claros y fabricada con materiales transpirables; no olvidar el protector solar de amplio espectro con un factor de protección (SPF) de al menos 50; escuchar al cuerpo es lo más importante ya que si se sienten mareos, fatiga extrema o signos de deshidratación, es importante detener la actividad y buscar sombra o un lugar fresco.

¿Por qué realizar un calentamiento adecuado antes de ejercitarte?
Realizar ejercicios en verano es muy beneficioso, pero se deben tomar ciertas medidas. “La exposición al sol impulsa la producción de vitamina D, una sustancia esencial para fortalecer huesos y músculos, además de prevenir afecciones cardiovasculares. Incluso estimula el cerebro y mejora la salud mental mediante la liberación de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, que regula el estado de ánimo y el apetito”, explica la doctora Dra. Paola Díaz, médico general de Sanitas Consultorios Médicos.
Es aquí donde se debe prestar atención a un detalle que no todos consideran: el calentamiento previo. Antes de comenzar cualquier ejercicio, es esencial dedicar tiempo a acondicionar el cuerpo y así minimizar el riesgo de lesiones. Unos minutos de trote suave, saltos controlados o movimientos articulares pueden activar el sistema cardiovascular y preparar las articulaciones. Al concluir la actividad, realizar estiramientos ayuda a relajar los músculos, mejorar la flexibilidad y prevenir posibles contracturas.
La especialista también recomienda que quienes comienzan una rutina de ejercicio por primera vez y hay altas temperaturas, es importante estar atentos a las señales del cuerpo como: frecuencia cardíaca elevada, dificultad para respirar o una fatiga excesiva. En caso de experimentar estos síntomas, es recomendable disminuir el ritmo de entrenamiento o detenerse por completo. Adaptar las actividades físicas a tus capacidades actuales y a las condiciones climáticas es clave para garantizar una práctica segura y efectiva.
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Periodista. Licenciada en Periodismo por la USMP con más de 10 años de experiencia en periodismo televisivo, radial y digital para medios de comunicación líderes del país. Actualmente Coordinadora de Nuevas Audiencias en el Grupo El Comercio (Lima, Perú).