Irán enfrentará a Estados Unidos por su pase a octavos de final del Mundial Qatar 2022. (Foto: Agencias)
Irán enfrentará a Estados Unidos por su pase a octavos de final del Mundial Qatar 2022. (Foto: Agencias)
Marco Quilca León

Horas antes de que el árbitro guatemalteco, Mario Escobar, pitara el inicio del partido entre en el Ahmed bin Ali Stadium de Rayán; los jugadores iraníes vivían una verdadera pesadilla. En estos tres días que pasaron desde la goleada sufrida ante Inglaterra en el debut en el en el que decidieron no cantar el himno nacional como protesta al mal trato del régimen iraní hacia las mujeres, recibieron amenazas de muerte y hasta denunciaron que agentes de la Guardia Revolucionaria hacían inteligencia en el lugar donde concentran.

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En medio de ese conflicto, los dirigidos por Carlos Queiroz saltaron al campo para enfrentar a la Gales de Gareth Bale, la estrella de Los Ángeles FC de la MLS que renunció a jugar golf virtual en el simulador que tenía instalado en el campo de entrenamiento de su selección con el fin de evitar dolores de espalda y estar cien por ciento para el partido ante los asiáticos, aunque pasó completamente inadvertido durante los casi cien minutos de juego.

Lo que no pasó desapercibido fue la antesala del partido. El himno nacional iraní. Esta vez, los futbolistas decidieron entonarlo a viva voz, algo que dejó en las gradas imágenes para la historia. Desde hinchas llorando mientras sujetaban la bandera con tanta fuerza como impotencia, hasta algunos silbidos y abucheos porque creen que sus jugadores -sus superhéroes- han cedido ante la presión y ya no están en su lucha. Sobre todo porque la seguridad de Qatar, ese país organizador que tiene una infinidad de restricciones, no los dejó protestar en las gradas como hubiesen querido. La policía le quitó las banderas que tenía.

Pero la historia tuvo un final feliz. que, en medio de conflictos, intenta hacer historia y llevar alegría a su gente en un Mundial que, para ellos, es más que un partido de fútbol. Más que darle el balón a Mehdi Taremi, su gran estrella, y que intente resolver. Más que los cambios tácticos y las estrategias del portugués Carlos Queiroz, que no pudo clasificar a Egipto a la justa mundialista y regresó al combinado iraní para su seguro proceso. Antes estuvo entre 2011 y 2019, luego se fue a la selección colombiana aunque no duró mucho tiempo en el cargo.

Con el orgullo corriendo por sus venas y el corazón latiendo a mil por hora, los asiáticos saltaron al campo con el único objetivo de derrotar a ‘Los Dragones’ y desde el primer minuto avisaron. El VAR les anuló un gol tras una jugada sensacional, con doble pared resuelta por Ali Gholizadeh. Sin embargo, un offside milimétrico llamó la atención de los árbitros encargados de la tecnología que se instaló en el fútbol para -en teoría- dar justicia, pero también para quitar las emociones.

Irán pagaba caro su falta de efectividad y el fantasma de la eliminación en fase de grupos en los cinco mundiales a los que asistió se hacía presente. Del otro lado, los europeos no generaban ocasiones ni se acercaban al arco rival, arruinándoles la fiesta armada a sus hinchas en su país. Luego del empate ante Estados Unidos en la primera fecha, en Gales decretaron este viernes como una especie de feriado, cerraron todos los colegios para que todos festejaran una victoria ante un rival accesible. Sin embargo, el partido -y el resultado- les cayó como un baldazo de agua fría.

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El tiempo añadido y los milagros

En Qatar 2022 se están manejando los partidos con un tiempo añadido insólito en la historia de los mundiales. Los árbitros están levantando el cartel electrónico con números como 7, 8, 9 y hasta 12. De acuerdo a Pierluigi Collina, afamado exárbitro y actual presidente de la Comisión de Árbitros de la FIFA, se busca que haya más tiempo activo en un partido. Es decir, que se juegue más.

En el segundo tiempo del , el juez Escobar decidió otorgar nueve minutos de compensación por la roja -la primera del torneo- al portero galés Hennessey, quien salió a cortar una jugada de gol y terminó atropellando a Taremi a los 85′.

Con un jugador más en el campo y casi 15 minutos más por delante, Irán se mandó con todo hacia el arco rival. Aunque recién a los 98′ se abriría el marcador tras un derechazo de Rouzbeh Cheshmi desde fuera del área, lo que lo convirtió en el primer gol de larga distancia en la Copa del Mundo 2022.

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Apenas acabaron los festejos del 1-0, Irán anotó el tanto que liquidó el encuentro. Una contra iniciada y organizada por Taremi acabó en los pies de Ramin, el lateral derecho que definió como los mejores delanteros del mundo: la picó ante la salida del arquero.

Fue para un seleccionado iraní que sueña con llegar a octavos de final, además de ganarle por primera vez a una selección europea en los mundiales. Tiene 3 puntos y debe esperar que Inglaterra le gane a Estados Unidos para definir ante los norteamericanos (un punto, igual que Gales) el acceso a la siguiente ronda.

En sus casas, en Gales, los europeos mastican la bronca, mientras los niños seguramente disfrutan de su día sin escuela. En tanto, en las gradas los iraníes derraman lágrimas de felicidad y los dirigidos por Carlos Queiroz sonríen. Una victoria en un partido de fútbol es la excusa perfecta para intentar llevar paz a un país sumergido en el conflicto.


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