La selección de Bélgica se quedó con las ganas de clasificar a octavos de final del Mundial Qatar 2022 tras empatar sin goles con Croacia. En el partido, Romelu Lukaku fue protagonista por fallar hasta cuatro oportunidades para abrir el marcador en el Estadio Áhmad bin Ali, de la ciudad de Al Rayyan.
Para muchos, Lukaku fue el villano de los ‘Diablos Rojos’. Más allá de todo ello y las críticas que generó su actuación, no se pude ocultar la frustración del delantero del Inter de Milán. El atacante terminó con mucha bronca y descargó su ira dándole un puñetazo a la estructura del banquillo.
Las cámaras captaron ese momento protagonizado por Lukaku, que también se mostró apenado por el resultado y no pudo evitar las lágrimas en la cancha. En otra escena, el deportista de 29 años fue consolado por Thierry Henry, asistente del entrenador Roberto Martínez.
Día para el olvido para Lukaku
Lukaku estrelló un remate en un palo en el minuto 67 y tres más tarde cabeceó solo en el área, sin portero, y el balón se marchó alto, aunque, de haber acabado en gol se habría revisado si el esférico salió por completo del campo antes del pase de Kevin De Bruyne. Fueron sus dos primeras ocasiones, pero lo peor para él y para Bélgica estaba por llegar.
Tras minutos de dudas, Lukaku tuvo otras dos chances claras de gol. En la primera, tras un centro desde la derecha de Thomas Meunier, no remató bien y el balón se fue fuera. En la última, en el minuto 90, dio con el pecho al balón en el segundo palo, con toda la portería para él, sin poder rematar, y el guardameta Dominik Livakovic pudo atrapar sin problemas el esférico.
Ahí murieron las esperanzas belgas y la frustración provocó las lágrimas y la rabia de un Lukaku que lo pagó con el banquillo, en un día que tardará en olvidar.