El impacto fue tan fuerte que partió el avión por la mitad. Por fortuna, la aeronave no se incendió, lo que permitió que los 157 pasajeros y 6 tripulantes a bordo fuesen rescatados con vida. (Foto: Reuters)
El impacto fue tan fuerte que partió el avión por la mitad. Por fortuna, la aeronave no se incendió, lo que permitió que los 157 pasajeros y 6 tripulantes a bordo fuesen rescatados con vida. (Foto: Reuters)

Una aeronave de la compañía Aeroméxico -un Embraer 190 con matrícula XA-GAL- se desplomó el martes con 99 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo poco después de haber despegado del aeropuerto internacional de Durango, , sin provocar la muerte de ninguna de las personas a bordo.

"Fue un milagro, porque cuando el avión se estrelló, todas las luces estaban apagadas y el humo empezó a entrar al avión. No podíamos respirar", contó Ramin Parsa, uno de los pasajeros del vuelo AM2431.

"La gente se apretujaba en el pasillo, pero nadie podía salir porque las puertas estaban cerradas (...) recé en el nombre de Jesús, entonces la puerta (de emergencia) se abrió, llegó el aire fresco y pudimos salir", agregó.

En muy inusual que un accidente aéreo de este tipo no registre fallecidos, pero el caso del vuelo AM2431 de Aeroméxico no ha sido la única excepción de la historia. A continuación los más recordados.

— Vuelo 1549 de US Airways —

El 15 de enero del 2009, un avión de la empresa US Airways partió del Aeropuerto LaGuardia, Nueva York, con rumbo a Carolina del Norte cuando un grupo de aves colisionó contra la aeronave a pocos minutos de iniciar el vuelo, dañando gravemente los motores.

Sin opciones de llegar al aeropuerto y observando la difícil circunstancia en la que se encontraba, el comandante Chesley “Sully” Sullenberger tomó la decisión de realizar un aterrizaje de emergencia en el río Hudson.

La proeza fue todo un éxito y se salvó la vida de 148 pasajeros y 5 tripulantes. El suceso es recordado en Estados Unidos como un logro heroico, razón por la cual se condecoró a toda la tripulación.

— Vuelo PC8622 de Pegasus Airlines —

El 13 de enero del 2018, el descenso de un avión de Pegasus Airlines casi termina en tragedia en Turquía tras salirse de la pista de aterrizaje y terminar en un acantilado a poco metros del mar Negro en la ciudad de Trebisonda.

Pese a las serias dificultades, los 162 pasajeros y 6 miembros de la tripulación pudieron ser rescatados con vida.

“Lo primero que había que hacer era garantizar la seguridad de los pasajeros y lo hemos logrado. Ha habido algunos que han acudido al hospital, si bien en ningún caso por problemas serios", informó el gobernador provincial de Trebisonda, Yücel Yavuz.

— Vuelo 523 de Caribbean Airlines —

El 30 de julio del 2011, un avión de Caribbean Airlines que se dirigía de Nueva York a Georgetown, capital de Guyana, intentaba aterrizar en el Aeropuerto Internacional Cheddi Jagan pero, por las dificultades del clima, continuó su recorrido en la pista de aterrizaje e impactó con la valla perimetral.

El impacto fue tan fuerte que partió el avión por la mitad. Por fortuna, la aeronave no se incendió, lo que permitió que los 157 pasajeros y 6 tripulantes a bordo fuesen rescatados con vida.

— Vuelo 5390 de British Airways —

El 10 de junio de 1990, el avión de British Airways, que se dirigía de Birmingham, Inglaterra, a Málaga, España, sufrió el desprendimiento del parabrisas en pleno vuelo al no soportar la presión y absorbiendo al piloto Tim Lancaster, quien quedó con la mitad del cuerpo fuera.

Pese al pánico que se vivió en cabina, el copiloto Alastair Atchison inició el descenso de la aeronave y realizó un aterrizaje de emergencia, salvando la vida de los 81 pasajeros y 6 tripulantes a bordo.

Según los reportes, el piloto se salvó gracias a que sus piernas quedaron enganchadas a los mandos del avión y a la rápida acción de sus compañeros, quienes tuvieron que resistir las bajísimas temperaturas en el proceso.

— Vuelo 009 de British Airways —

El 24 de junio de 1982, una aeronave de British Airways, que volaba desde Kuala Lumpur, Malasia, hacia Perth, Australia, perdió repentinamente potencia en sus cuatro motores tras atravesar una nube de ceniza volcánica del monte Galunggung, Indonesia.

El comandante Eric Moody, pese a la difícil situación a la que se enfrentaba, mantuvo la calma de los pasajeros mientras que intentaba conseguir encender nuevamente los motores.

"Señoras y señores, les habla el comandante. Tenemos un pequeño problema. Los cuatro motores se han detenido. Estamos haciendo lo imposible para que vuelvan a funcionar. Confío en que no se angustien demasiado", fueron las palabras que utilizó Moody, quien pasó a la historia como un ejemplo de que es posible mantener la calma en medio de una tragedia aérea.

Finalmente, el avión realizó un aterrizaje de emergencia en Jakarta, Indonesia, salvando la vida de 248 pasajeros y 15 tripulantes, sin daño alguno.

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