Por primera vez, el presidente de Estados Unidos Barack Obama pidió en un discurso del Estado de la Unión que el Congreso ponga final al embargo contra Cuba.
"Cuando uno hace algo que no funciona durante cincuenta años, es hora de probar algo nuevo", dijo Obama este martes como parte de su alocución en horario de máxima audiencia.
"Este año, el Congreso debería iniciar el trabajo de poner fin al embargo", enfatizó.
La petición de Obama llegó un mes después de que anunciara su intención de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba y un día antes de que una delegación de alto nivel de su país viaje a la isla para empezar en forma el proceso.
Se produce, además, cinco días después de que Estados Unidos levantara ciertas restricciones a los viajes a la isla, el comercio y las finanzas.
Todas estas medidas tienen el objetivo de reducir el impacto que tiene el embargo a Cuba, quitarle los dientes a una medida que sólo puede ser eliminada por los congresistas.
PATROCINADORES DEL TERRORISMO
El embargo sólo puede ser retirado en el Capitolio y no por el presidente con sus medidas ejecutivas pues se trata de una ley.
Y ahí está el primer gran escollo. En el Congreso, hay un grupo de férreos defensores de esta medida histórica, en particular dos pesos pesados del Senado como Robert Menéndez, demócrata de Nueva Jersey, y Marco Rubio, republicano de Florida.
Se ha argumentado que las sanciones han afectado a los cubanos y que va en contra de los intereses de EE.UU.
Ambos tienen ascendencia cubana y ambos han sido figuras importantes en el Comité de Relaciones Exteriores de esa cámara, que juega un rol fundamental a la hora de tomar decisiones de política internacional.
Su peso hace pensar que es poco probable que el Congreso avance hacia la eliminación total del embargo, pero su oposición no significa que el gobierno de Barack Obama no continúe teniendo una influencia considerable para que los efectos del embargo se reduzcan.
"Además de las medidas que fueron anunciadas en las últimas semanas, Obama tiene una oportunidad adicional si decide retirar a Cuba de la lista de países descritos como patrocinadores del terrorismo", explica el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow.
Según varios analistas, esto podría tener un efecto importante sobre el embargo, así no se elimine por completo, pues ayudaría a cambiar la forma en la que se percibe a Cuba en Estados Unidos.
El gobierno cubano dice que el costo del embargo sobre su economía es astronómico: unos US$117.000 millones.
Sobre este tema, un funcionario del Departamento de Estado que pidió el anonimato explicó esta semana que está en marcha el proceso de revisión de la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
"El presidente le pidió al Departamento de Estado que realice la revisión y la complete con una recomendación para él dentro de seis meses", señaló.
Esto quiere decir que se podría haber tomado una decisión para la Cumbre de las Américas de Panamá, que se celebrará el próximo abril, en la que está previsto que Obama coincida con el presidente cubano, Raúl Castro.
CAMBIOS SOCIALES
Estos debates se producen mientras hay crecientes voces en Estados Unidos abogan por el fin del embargo y que tienen el potencial de ayudar a abonar el terreno para una eventual decisión en ese sentido.
Un caso muy sonado fue el de la exsecretaria de Estado, exsenadora y exprimera dama, Hillary Clinton, quien argumentó en su biografía Hard Choices y en entrevistas que las restricciones no responden a los intereses estadounidenses actuales ni a promover el cambio en la isla caribeña.
Una de las opciones que se discuten en EE.UU. para reducir los efectos del embargo es eliminar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo.