La foto de un desesperado padre que escapa del Estado Islámico con su hija en brazos conmueve al mundo y se ha convertido en un símbolo del sufrimiento de los civiles sirios, las principales víctimas de una atroz guerra civil.
La imagen fue captada por el fotógrafo de Reuters Umil Bektas en Tel Abyad, en la frontera entre Siria y Turquía.
El hombre de la foto gesticulaba y pedía ayuda a quienes estaban del lado turco, al otro lado de la alambrada (el fotógrafo, funcionarios y soldados turcos), recuerda Bektas.
"No era el único. Un sinnúmero de personas pedían que las dejen cruzar la frontera. Estos refugiados habían escapado de la ciudad de Tel Abyad, donde hay combates entre el Estado Islámico y las fuerzas kurdas", cuenta Umil Bektas.
"La niña que estaba en los brazos del hombre parecía aterrorizado. Ella era tan pequeña... pero había algo en sus ojos, parecía como si supiera lo que estaba pasando. Ella no lloraba, a pesar de que estaba aferrada al alambre de púas, a pesar del calor, de los gritos y del caos a su alrededor. Allí estaba ella, con sus grandes ojos, mirando hacia afuera. Me pareció que estaba en estado de shock", continúa el fotógrafo.
El final fue feliz (feliz en medio de tanta desgracia): Bektas recuerda que después de tomar la foto vio que los funcionarios turcos y los militares permitieron a los sirios, incluido el padre y la niña, cruzar la frontera.
"Llegaron deshidratados, desesperados por beber agua y refrescarse... Cuando capturé la imagen era mediodía y el calor era intenso, a más de 30 grados centígrados. Organizaciones no gubernamentales y los soldados habían comenzado a tirar botellas de agua al otro lado de la frontera... Hay decenas de miles de niños que están sufriendo como la niña de la imagen", concluye Bektas.
Más de 23.000 personas huyeron a Turquía desde comienzos de mes como resultado de los fuertes enfrentamientos entre el Estado Islámico y las milicias kurdas en el lado sirio.