Ranking de corrupción 2022: ¿qué países están en los extremos de la lista, qué puesto ocupa el Perú y qué nos dice sobre la región?

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El IPC fue divulgado este martes 31 por la organización Transparencia Internacional. El índice clasifica a 180 países y territorios según el nivel de percepción de la corrupción en el sector público de cada uno. La medición se realiza a través de la opinión de especialistas, analistas de riesgo financiero y representantes del mundo académico y los negocios.

El reporte pone de manifiesto que la mayor parte del mundo sigue sin combatir de lleno la corrupción: el 95% de los países solo han conseguido avances mínimos o nulos desde el 2017, explica Transparencia Internacional, que hace hincapié en que los gobiernos asediados por la corrupción carecen de capacidad para proteger a las personas y, a su vez, en esos contextos el descontento público tiene más probabilidades de transformarse en violencia.

El reporte clasifica a los países en una escala desde el 0 de “muy corrupto” al 100 de “muy limpio”.

A la cabeza de los países menos corruptos aparece Dinamarca, con 90 puntos. Finlandia y Nueva Zelanda siguen de cerca con 87 cada una.

El estudio también mostró que si bien Europa occidental aún es la región mejor clasificada, algunos de sus países muestran indicios preocupantes de declive. Entre ellos Gran Bretaña, Suiza y Holanda, mientras que la corrupción en el este de Europa sigue siendo rampante.

Rusia fue señalada como un desolador ejemplo del impacto de la corrupción sobre la paz y la estabilidad.

Un dato que ilustra el reto de la corrupción es que solo ocho países mejoraron con respecto al año pasado. Se trata de Irlanda, Corea del Sur, Armenia y Angola.

Aribel Contreras Suárez, coordinadora de licenciatura de Negocios Globales de la Universidad Iberoamérica de México, describe a la corrupción como el mayor cáncer de cualquier sociedad a nivel global.

“Vemos que por más que hay un intento de avanzar en la narrativa contra la corrupción, en la práctica, los gobiernos, el sector empresarial, las instituciones y la sociedad civil hemos fracasado. Lamentablemente para esto no hay vacuna, si no se ataca de raíz el problema. Estamos viviendo en un mundo que está cada vez más enfermo y más ansioso por caer en la tentación de la corrupción más que por combatirla”, dice a El Comercio.

Un mal que azota la región y al Perú

Uruguay volvió a posicionarse como el país con menos corrupción de Latinoamérica, al contar con un punto más que en el 2021 y ubicarse así en el puesto 11, que comparte con Canadá, Estonia e Islandia.

En segundo lugar en la región se encuentra Chile (67), seguido por Costa Rica (54), aunque la nación centroamericana alcanzó su puntuación más baja por recientes casos de corrupción.

En el extremo opuesto, Venezuela (14), Haití (17), Nicaragua (19) y Honduras (23) tienen las peores notas de la región.

Contreras destaca que el ver de manera sistemática a Venezuela, Haití y a Nicaragua como los países más corruptos de toda Latinoamérica y el Caribe es el reflejo de la gran polarización e incertidumbre que existe en esas naciones.

“Pero también es consecuencia de las dictaduras que se viven en estas naciones, especialmente en Venezuela y Nicaragua, con gobiernos totalmente autoritarios. Para que la situación cambie en estos lugares primero tendría que haber un cambio en los gobiernos”, agrega.

El resto de los países de América Latina tiene puntuaciones inferiores a 50, como Cuba (45), Colombia (39), Argentina, Brasil (38), Ecuador, Panamá, Perú (36), El Salvador, República Dominicana (33), Bolivia, México (31) y Paraguay (28).

Al abordar la situación de la región, Transparencia Internacional advirtió que los altos niveles de corrupción y la ausencia de medidas para combatir este problema favorecen a las redes criminales y agudizan la violencia en una región con fuertes tasas de homicidio.

Sobre el Perú, el reporte evidencia que nuestro país mantiene la misma posición que obtuvo en el 2021. El puesto 36 representa un peor desempeño que en el 2020, cuando se ubicó en el lugar 38.

Transparencia Internacional señala en su página web que en Honduras, Guatemala y Perú, la evidencia sugiere que los delincuentes organizados ejercen una fuerte influencia sobre los candidatos y políticos, financian campañas electorales o incluso se postulan para cargos públicos.

“Con seis cambios de gobierno en seis años y cinco expresidentes bajo investigación, Perú (36) sufre violencia e inestabilidad política impulsada por la corrupción. El reciente intento de disolver el parlamento y alterar la orden del expresidente Pedro Castillo -también investigado por corrupción- es la expresión más reciente de una crisis política de larga data que impide al país construir una sociedad más democrática e incluyente”, dice en su análisis sobre nuestro país.

Para Contreras, el mayor reto que tienen Latinoamérica y el Caribe para combatir la corrupción es lograr que se pudieran implementar mecanismos desde la sociedad para presionar a los gobiernos para que se implemente un marco legal mucho más severo para castigar a quienes cometan actos de corrupción.

“Vemos que la corrupción se ha normalizado y ya no genera atención. Es una verguenza ver que este índice que hace Transparencia Internacional cada vez se tiñe más de naranjas y rojos. Cada año vemos un terrible desempeño y no podemos quedarnos cruzados de brazos. Es urgente actuar porque esto ya es una crisis a nivel internacional”, concluye.