Ocho personas murieron el domingo en República Democrática de Congo y un centenar fueron detenidas durante protestas contra el presidente Joseph Kabila, según fuentes de la ONU.
El saldo provisional es de "ocho muertos, siete en Kinshasa y uno en Kananga" en el centro del país, declaró a la AFP una fuente de la ONU.
Entre los detenidos hay "82 sacerdotes" en Kinshasa y "41 en el resto del país".
Activistas católicos habían convocado a las protestas después de la misa del domingo, un año después de que Kabila se comprometió a realizar una elección para elegir a su sucesor para fines de 2017, una votación que ahora se aplazó hasta diciembre de 2018.
La demora ha alimentado sospechas de que Kabila tratará de remover los límites al mandato constitucional que le prohíben volver a competir en los comicios, como han hecho presidentes de los países vecinos. Eso, a su vez, generó temores de que el país recaiga en una guerra civil como la que dejó millones de muertos en el comienzo del siglo.
La policía había prohibido las protestas y dijo que todas las reuniones de más de cinco personas serían dispersadas para asegurar el orden público. A lo largo de Kinshasa, la policía y los soldados registraban vehículos y verificaban la identificación de los pasajeros.
Aparte, el sábado las autoridades ordenaron cortar todos los servicios de Internet y SMS hasta nuevo aviso.
En la catedral de Notre Dame du Congo, en el distrito Lingwala de Kinshasa donde el líder opositor Félix Tshisekedi asistía a misa, docenas de policías y soldados bloquearon el camino a más de 100 partidarios de la oposición mientras se preparaban para protestar.
Sin embargo, Tshisekedi, que había respaldado el llamado de los activistas a concentrarse, abandonó la iglesia en un vehículo, provocando gritos de enojo de la multitud, que dijo que los estaba abandonando.
En otra iglesia en el distrito de la clase obrera de Barumbu, unas pocas docenas de policías usaron gas lacrimógeno y granadas aturdidoras contra unos 300 feligreses, que agitaban biblias y cantaban canciones religiosas mientras trataban de marchar, dijo un testigo de Reuters.
Alrededor del 40 por ciento de la población del Congo es católica y la Iglesia goza de una rara credibilidad entre el público, a pesar de que sus líderes no han respaldado formalmente las protestas.
Fuente: Agencias