Al menos 19 civiles, entre ellos cinco niños y una mujer embarazada, murieron el miércoles por la noche en ataques del régimen sirio y los rebeldes en Alepo, al norte de Siria, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
"Al menos 15 civiles, entre ellos cuatro niños y una embarazada, murieron cuando la aviación lanzó un barril de explosivos contra un edificio en la parte rebelde de Alepo", afirmó este jueves a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
"Los niños son todos menores de 10 años", dijo, y precisó que el edificio está situado en el barrio rebelde de Karam al Beik, en el nordeste de la ciudad.
"El barril estalló durante el iftar", la comida que rompe el ayuno del ramadán, añadió Abdel Rahman.
En el oeste de la excapital económica del país, cuatro civiles murieron y otros 20 resultaron heridos el miércoles por disparos de cohetes lanzados por los insurgentes en el barrio de Midan, controlado por las fuerzas del régimen de Bashar al Asad.
En esta ciudad, el régimen lanza a diario barriles de explosivos sobre la parte este, controlada en su mayoría por los rebeldes, y éstos usan cohetes y obuses contra la zona oeste, en manos del gobierno, causando decenas de muertos.
El 3 de julio, los insurgentes lanzaron una ofensiva de envergadura en el oeste de Alepo que les permitió apropiarse de un centro militar del régimen y acercarse a barrios controlados por el ejército.
El conflicto en Siria, que comenzó con manifestaciones antirrégimen pacíficas en 2011, ha causado más de 230.000 muertos y más de cuatro millones de refugiados, según nuevas cifras de la ONU.
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