Nací en Japón hace 57 años. En 1978 me deslumbró Kempes. Fue entonces que decidí dibujar una historia para dar a conocer el fútbol en mi país. En 1981 inicié el manga “Capitán Tsubasa”. La primera versión de la serie animada surgió dos años después.
El dibujante japonés no puede desplazarse con facilidad. Un séquito multietario (padres e hijos) sigue cada uno de sus pasos en el predio de Comicópolis, la feria de historieta más importante de Argentina. Aunque solo habla japonés, ensaya tímidas sonrisas ante la gente. Acaba de terminar de dar una clase maestra en la que dibujó a Benji, Oliver, Steve, Richard, Bruce. No le faltó ninguno de los cracks con los que creció una generación.
—¿Por qué quería usted difundir el fútbol?
La primera vez que vi un partido de fútbol fue en el Mundial Argentina 78. Vi la emoción y la fiebre que despertaba cada encuentro. El fútbol es un deporte que genera pasiones, desata sentimientos y es el más popular en el mundo. Pero en Japón no lo era. Así que empecé a dibujar por esa razón, para difundirlo.
—¿Por qué decidió dibujar un manga de fútbol con niños como personajes y no jugadores profesionales?
Cuando salió “Capitán Tsubasa” en Japón casi nadie practicaba fútbol, no había muchas canchas. Por eso pensé utilizar chicos como personajes, para que crecieran a la par de una nueva generación en la carrera del fútbol. La intención era dibujar niños para que los más pequeños se identificasen y se interesaran en este deporte. Buscaba que más adelante pudiera crearse una liga profesional. En ese momento solo existía de forma amateur.
—Oliver Atom, el personaje principal, se enfrenta a jugadores con diferentes características. ¿Cómo surgen estos personajes?
Tenía que hacer rivales que obligasen a Oliver a hacer un buen partido. Algunos tenían mayor fortaleza física, otros contaban con una habilidad particular. Siempre debían presentarse como adversarios complicados.
—Hay un rumor de que la historia de Oliver en realidad fue un sueño ya que este había quedado postrado en cama después de un accidente cuando era niño…
Me enteré de esa leyenda hace poco tiempo. Pero esas escenas que se viralizaron no son reales, son solo bromas que forman parte un mito. No surgió de mi historia.
—¿Cuál es el procedimiento para dibujar a los personajes?
Primero hay que definir la personalidad del personaje. En base a eso saco los rasgos que deben tener.
—Salieron varias versiones animadas del manga. ¿Por qué los trazos fueron cambiando?
No fueron pensados ni intencionales estos cambios, sino que a lo largo de los años la técnica va mutando de manera involuntaria.
—¿Por qué hizo que un personaje (Andy Johnson) tuviera problemas cardíacos?
Desde el principio, Andy fue mejor que Oliver, en cuanto a técnica, fuerza y dribling. Entonces, decidí poner un freno a eso y utilicé el tema de la enfermedad.
—¿Por qué Oliver siempre gana? ¿Por qué no lo dibujó en la derrota?
Para continuar la serie tenía que seguir ganando. También lo hice por los lectores. Ellos quieren personajes fuertes, no débiles. Por esa razón, los historietistas seguimos dibujando personajes principales fuertes, que ganan siempre.
—En la serie está claro que Oliver viene a ser el héroe. En ese sentido, ¿existe en el fútbol margen para personajes que cumplan el rol de villanos?
En el fútbol hay rivalidades, pero no hay ni buenos ni malos. Dentro de la cancha hay rivales, pero fuera del fútbol son amigos. El deporte permite transmitir durante el juego diversas sensaciones, emociones, miedos. Pero al final del partido terminan siendo amigos. En “Los Supercampeones” no existen personajes malos.
—Su público objetivo inicial fueron niños. Hoy en día lo sigue también gente mayor de 30 años…
Cuando empecé a dibujar esta serie nunca pensé que le iba a interesar a los adultos.
—¿Qué futbolista de la actualidad tiene más parecido con Oliver?
Ahora vendría a ser Lionel Messi. Oliver nació antes, pero son parecidos en varios aspectos.
—¿Cuál fue el aporte de este manga en Japón?
Se popularizó a gran nivel y ayudó a crecer la popularidad del fútbol.
—En la serie, Japón llega a competir en un torneo mundial. ¿Qué expectativas tiene en el futuro para su selección?
Sí, al principio competir en un Mundial era un sueño. Ahora mi sueño es que la selección japonesa llegue a ser campeona mundial.
—En la serie se rescatan valores del fútbol amateur, como ganar por el honor. ¿Cómo ve al fútbol actual, donde se mueven tantos millones?
En el fútbol actual es imposible evitar esos grandes flujos de dinero. Sin embargo, la gente no debe olvidar el valor originario del deporte, la razón por la que surge y llega a instalarse como el favorito del pueblo. No debemos olvidar las razones por las que nos atrapó el fútbol.
—¿Cuál es su personaje favorito de la serie?
No tengo a alguien específico. Me gusta cada personaje que voy creando.
—Después de la publicación regular ha hecho otras entregas especiales en los últimos años. ¿Cuándo se imagina dejar de dibujar “Los Supercampeones”?
Todavía no lo he pensado. Para el Mundial de Rusia 2018 seguramente haré algo con “Los Supercampeones”.