El presidente de Brasil, Michel Temer, negó el miércoles estar involucrado en un esquema de sobornos para comprar el silencio del ex presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y su operador Lúcio Funaro, ambos en prisión; aunque reconoció que mantuvo una reunión en marzo pasado con Joesley Batista, uno de los dueños del gigante cárnico JBS.
"El presidente Michel Temer jamás solicitó pagos para obtener el silencio del ex diputado Eduardo Cunha. No participó ni autorizó ningún movimiento con el objetivo de evitar delación o colaboración con la justicia por el ex parlamentario", dice un comunicado de la Presidencia de la República.
"El encuentro con el empresario Joesley Batista ocurrió a comienzos de marzo, en el Palacio de Jaburu, pero no hubo en el diálogo nada que comprometiese la conducta del presidente de la República", añadió la nota.
Temer se habría reunido el 7 de marzo con Joesley Batista, uno de los dueños del grupo J&F -que controla el frigorífico JBS-, quien contó al mandatario que mantenía pagos a Cunha y a su operador, Lúcio Funaro, ambos en prisión, para comprar su silencio, publicó el medio brasileño, sacudiendo la escena política del gigante latinomericano.
Según el reportaje, Temer en la grabación respondió a la confesión: "Tienes que mantener eso [los sobornos]". Adicionalmente, sugirió a Batista hablar con el diputado federal Rodrigo Rocha Loures, hombre de confianza del presidente y miembro de su mismo partido, el PMDB (centroderecha), para asistirlo con otro asunto relacionado con una disputa que el grupo frigorífico mantenía con la estatal Petrobras, esperando respuesta del Consejo Administrativo de Defensa Económica.
El diario publicó que Joesley Batista, y su hermano, el presidente ejecutivo de la empresa Wesley Batista, presentaron la grabación a los fiscales como parte de una negociación por acusaciones en su contra.
Fuente: Agencias
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