Uagadugú. La australiana Jocelyn Elliott, de 76 años, dijo el lunes en Uagadugú que quería seguir viviendo en Burkina Faso, después de ser liberada por los yihadistas vinculados a Al Qaeda que la habían secuestrado junto a su marido a mediados de enero pasado.
"Quiero estar con mi marido pronto para que podamos volver a Djibo (norte de Burkina Faso, donde residía la pareja) y seguir ahí", declaró Jocelyn Elliott tras reunirse con el presidente del país Roch Marc Christian Kaboré.
Al salir del palacio presidencial de Uagadugú, Ellen leyó una corta declaración en francés, en la cual no aludió a las circunstancias de su detención ni de su liberación, ocurrida el sábado pasado.
"Estoy muy emocionada de encontrarme aquí en medio de mi familia de Burkina. Quiero agradecer a la población por su apoyo durante mi ausencia", dijo Jocelyn Elliott, que precisó que tenía 76 años y su marido 81.
Elliott expresó su "agradecimiento a los gobiernos de Níger, Burkina Faso y Australia".
Jocelyn Elliott y su marido, Arthur Kenneth Elliott, habían sido secuestrados en Djibo, norte de Burkina Faso, cerca de las fronteras de Malí y Níger, el 15 de enero pasado.
Arthur Kenneth Elliott, un cirujano que había instalado una clínica en esa región, permanece en manos del grupo Ansar Dine, que había reivindicado el secuestro en nombre del Emirato del Sáhara.
Según los especialistas de los movimientos islamistas, ese grupo es una rama del Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI).
Jocelyin Elliot, liberada gracias a la mediación de Níger, llegó a la capital de Burkina Faso en un avión de la flota presidencial nigerina el lunes por la mañana.
Viajó en compañía de la ministra nigerina de Relaciones Exteriores, Aichatou Kané Boulama.
El secuestro del matrimonio australiano coincidió con los ataques contra el restaurante Cappuccino y los hoteles Splendid y Yibi que dejaron 30 muertos y 71 heridos.
Oriundos de Perth (oeste de Australia), los Elliot viven desde 1972 en Burkina Faso, donde desarrollan acciones humanitarias en beneficio de la población de la provincia de Soum y en las localidades fronterizas de Malí y Níger.
Los habitantes de Djibo se movilizaron para exigir la liberación de "sus compatriotas", muy queridos en la región por su acción humanitaria.
Fuente: AFP