Con las mejoras en la calidad de vida y en la medicina la gente vive durante más tiempo, como resultado muchos países se encuentran con el problema de una población envejecida a la que mantener, tanto física como mentalmente. 

Al respecto, el pueblo de Guhua, a 400 kilómetros al sur de Taipei en , ha hecho un buen trabajo cuidando de sus ancianos gracias a las subvenciones gubernamentales y a la participación de voluntarios. 

Los más jóvenes han dejado el pueblo en busca de trabajo en las ciudades del país y la mayoría de los 1.000 habitantes son ancianos que no suelen salir mucho de sus casas. 
Para animarlos, el centro cívico organiza desde hace un año unas sesiones de salud que se realizan durante medio día todos los viernes. 

Tras ser anunciado por los altavoces de la villa para animar a todo quien quiera asistir a que lo haga, las sesiones comienzan con un chequeo médico y continúan con educación en cuidados personales, ejercicios, danzas, juegos y una comida gratis. 

Los juegos son la parte más esperada de cada una de estas clases, y van desde el "Piedra, papel o tijera" en el que el ganador puede golpear con tubo de papel al perdedor en la cabeza, a uno en el que tienen que conseguir explotar globos de agua con un martillo. 

Gracias a estos juegos, los mayores consiguen mantener su mente alerta y retrasar su envejecimiento, y además se animan a salir de casa y ver a sus vecinos en algún momento de la semana. 

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