El fabricante estadounidense de aviones Boeing hizo públicas centenares de comunicaciones internas en un intento por reflejar transparencia ante las dudas sobre la seguridad de su modelo 737 Max. Sin embargo, algunos de estos mensajes no lo dejan bien parado.
En uno de ellos, por ejemplo, uno de sus trabajadores decía en un chat en abril de 2017: “Este avión está diseñado por payasos que, a su vez, son supervisados por monos”, en referencia al Boeing 737 Max.
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Este modelo dejó de volar en marzo de 2019, después de dos accidentes fatales en Indonesia y Etiopía, que dejaron casi 350 muertos.
La compañía tachó este y otros comentarios de "completamente inaceptables".
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) y el Congreso de ese país ya habían recibido el mes pasado las versiones completas de estos mensajes.
"Estas comunicaciones no reflejan la compañía que somos y que necesitamos ser, y son completamente inaceptables", dijo Boeing.
Los documentos parecen mostrar que Boeing rechazó capacitar en simuladores a los pilotos que ya volaban modelos 737 anteriores al Max. De haberlo hecho, los costos de la empresa se habrían elevado.
Ahorro
Boeing había asegurado a las aerolíneas que compraron el 737 Max que sus pilotos solo tendrían que seguir un curso de una hora en una tableta electrónica para poder adaptarse a la nueva versión del 737.
Incluso llegó a ofrecer descuentos aerolíneas como la estadounidense Southwest Airlines, a la que prometió reembolsarle US$1 millón por cada 737 Max en caso de que sus casi 10.000 pilotos tuvieran que recibir capacitación en simuladores para poder volar las nuevas aeronaves.
"Quiero enfatizar la importancia de mantener con firmeza que no se requerirá ningún tipo de entrenamiento en simuladores para hacer la transición del NG (un modelo anterior del 737) al Max", dijo Mark Forkner, el entonces jefe de pilotos técnicos de Boeing en un correo electrónico en marzo de 2017.
"Boeing no permitirá que eso suceda. Nos enfrentaremos cara a cara con cualquier regulador que intente convertir eso en un requisito".
El martes de esta semana, la compañía revirtió su posición al recomendar que todos los pilotos de 737 Max se entrenen en simuladores. Según Bloomberg, esto le costará a Boeing US$5.000 millones.
La FAA apoyó el año pasado la posición de Boeing de que la capacitación en simuladores no era necesaria, algo con lo que los familiares de las víctimas de los accidentes de 737 Max no estaban de acuerdo.
Otro mensaje que data de noviembre de 2015 parece mostrar que la compañía presionó contra los pedidosdel regulador de aviación para que hubiera capacitación en simuladores en un aspecto determinado.
“Vamos a hacerlos retroceder mucho respecto a esto y probablemente necesitemos apoyo en los niveles más altos cuando el momento de la negociación final llegue”, se lee en el mensaje.
Los documentos también reflejan problemas con los simuladores.
En febrero de 2018, un trabajador de Boeing le preguntó a un colega: "¿Pondrías a tu familia en un avión entrenado con el simulador Max? Yo no lo haría".
"No", fue la respuesta.
“Encubriendo”
En otros correos electrónicos y chats, los empleados hablaron sobre su frustración con la cultura de la compañía, quejándose del deseo de encontrar los proveedores más baratos y de "horarios imposibles".
"No sé cómo solucionar estas cosas... es sistémico. Es cultura. Es el hecho de que tenemos un equipo de liderazgo sénior que entiende muy poco sobre el negocio y, sin embargo, nos está llevando hacia ciertos objetivos", dijo un trabajador en un correo electrónico con fecha de junio de 2018.
En un mensaje de mayo de 2018, otro empleado afirmó: "Todavía no he sido perdonado por Dios por el encubrimiento que hice el año pasado".
Sin citar lo que había tapado, el trabajador agregó: “No puedo hacerlo una vez más, las puertas del cielo se me cerrarán”.
Estas comunicaciones "muestran un esfuerzo coordinado que se remonta a los primeros días del programa 737 Max para ocultar a los reguladores y al público informaciones críticas", dijo el presidente del comité de transporte de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Peter DeFazio, quien investiga el 737 Max.
Para el senador Roger Wicker, que preside el comité de comercio que dirige la investigación del Senado sobre Boeing, estos documentos "plantean dudas sobre la eficacia de la supervisión de la FAA del proceso de certificación".
La FAA dijo: "Se ha abordado cualquier posible deficiencia de seguridad identificada en los documentos".
Sin embargo, el regulador agregó: “El tono y el contenido de parte del lenguaje que hay en los documentos son decepcionantes”.
Boeing agregó que algunos de los mensajes "plantean preguntas" sobre las interacciones de la compañía con la FAA en las discusiones sobre el simulador.
Pero añadió: "Seguimos confiando en el proceso regulatorio para verificar estos simuladores".
Boeing, que suspendió temporalmente la fabricación de 737 Max, está rediseñando el sistema de control automatizado que se cree que fue la causa principal de los accidentes.