Una mujer se para frente al emblema del partido en una exposición sobre el Partido Comunista Chino, en el Museo Nacional de Beijing el 1 de julio de 2022. (Foto de Jade GAO / AFP)
Una mujer se para frente al emblema del partido en una exposición sobre el Partido Comunista Chino, en el Museo Nacional de Beijing el 1 de julio de 2022. (Foto de Jade GAO / AFP)
/ JADE GAO
Agencia EFE

Shi Wenqing, ex alto funcionario del (PCCh) en la provincia central de Jiangxi fue condenado este martes a una pena de muerte suspendida durante dos años por aceptar sobornos, recogió en las últimas horas el medio Global Times.

Un tribunal de la provincia oriental de Zhejiang falló que Shi, ex subdirector del Comité Permanente de la Asamblea Popular de Jiangxi, es también culpable de posesión ilegal de armas de fuego, informó el rotativo.

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Además de la condena a muerte suspendida, todas las propiedades de Shi han sido confiscadas.

Según el tribunal, el funcionario se aprovechó de su posición para brindar asistencia ilegal a instituciones e individuos involucrados en la financiación y contratación de proyectos durante su servicio en las provincias de Heilongjiang (noreste) y Jiangxi entre 2003 y 2020.

En dicho período, Shi aceptó sobornos por valor de 195 millones de yuanes (28,6 millones de dólares, 28,2 millones de euros) de forma directa o a través de sus familiares.

Además del dinero, el exgobernante recibió en 2004 una pistola de otras personas.

La Comisión Central para Inspección y Disciplina, el brazo anticorrupción del PCCh, expulsó a Shi de la agrupación política gobernante en marzo de 2021 por “no mantenerse fiel a los ideales del partido” y por su “ambición política extremadamente inflada”.

Las penas de muerte suspendidas son relativamente comunes en China en casos de corrupción y significan que, si el reo no comete otros delitos y tiene buen comportamiento durante el período en el que está vigente la suspensión, puede ver su pena conmutada a cadena perpetua.

Tras su llegada al poder en 2012, el actual secretario general del PCCh y presidente de China, Xi Jinping, comenzó una campaña anticorrupción en la que varios altos cargos chinos han sido condenados por aceptar sobornos millonarios.

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Si bien esta campaña, uno de los programas estrella de Xi, ha destapado importantes casos de corrupción en el seno del PCCh, algunos críticos han apuntado a que también podría estar siendo utilizada para acabar con la carrera política de algunos de sus rivales.

El próximo otoño tendrá lugar en Pekín el XX Congreso del Partido Comunista, en el que Xi podría comenzar un tercer mandato inédito entre sus predecesores de las últimas décadas.

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