Xi Jinping, el eterno: un repaso por la trayectoria del líder chino y los retos para su nuevo -e histórico- mandato

Cuando Xi asume el poder, China ya destacaba en el escenario internacional. Después de la crisis del 2008/2009, la economía de muchos países decreció mientras que la china no solo no cayó sino que además creció más que en años anteriores. Los chinos estaban muy bien posicionados, tenían mucha confianza en su sistema. Inevitablemente, desde el 2017 o 2018 empiezan las tensiones con Estados Unidos y se desata una fuerte competencia con Trump que luego decidió mantener Joe Biden. Según Washington, China sacó ventaja del sistema económico abierto estadounidense y mantenía cerrado el suyo.

Entonces, Xi pasa los últimos años de su segundo mandato con la guerra comercial y las restricciones, primero con Huawei y luego con la venta de semiconductores, además de la pandemia de COVID-19. Es un poco difícil explicar por qué mantuvieron hasta el último momento la política de covid cero, pese al impacto económico que tuvo, yo creo que fue porque no podía vacunar a toda su población.

Podemos decir que este tercer periodo empieza con su economía desacelerándose, enfrentado con Estados Unidos, Europa y Japón. Agregado a ello, la invasión rusa a Ucrania representa para Occidente la pelea entre el autoritarismo y la democracia, dentro de esa figura colocan a China junto a Rusia. La postura china es calificada por algunos como ecléctica, pues por un lado apoya la soberanía de los países pero al mismo tiempo no ha condenado las acciones rusas. Eso demuestra los acuerdos con los que Xi busca aumentar el gasto militar y tecnológico, además de fortalecer el sistema financiero.

Como ellos mismos dicen, China se debe preparar para un periodo de enfrentamiento sin precedentes con Occidente pues Estados Unidos trata de contenerlos o que no tomen su justo lugar.

Xi rompió todo precedente con este tercer gobierno. Dentro de todo este tiempo su mayor logro creo que ha sido consolidar a China, afianzar su rol, en el sentido de que su influencia es cada vez mayor. Esto queda reflejado en tres hechos: su famosa iniciativa de la franja y la ruta, donde expone su idea de construir estructuras en todo el mundo; la capacidad de enfrentarse directamente a Estados Unidos; y, finalmente, el proyecto "Made in China 2025".

Este último se anunció en el 2015 y su meta es alcanzar para el 2025 un 70% de autosuficiencia en tecnología y componentes de las 10 industrias mas avanzadas del mundo. En cierta forma, esto explica la reacción estadounidense contra China, pues considera que busca dominar dichas industrias y no lo iba a permitir.

Irónicamente, de lo que se acusa a China en ese campo, como utilizar subsidios para crear industrias, ahora está de moda en el mundo avanzado, incluso en Estados Unidos, que con subsidios quiere otra vez tener una industria de semiconductores.