Yokohama [La Nación / GDA]. Los pasajeros se impacientan, pero todavía tienen por delante por lo menos 12 largos días. En cuarentena por el nuevo coronavirus, las más de 3700 personas a bordo del crucero Diamond Princess ya no saben qué hacer con su tiempo (la fecha programada de salida es el 19 de febrero).
Encerrados en sus camarotes desde el lunes, cuando el barco llegó al puerto de Yokohama, se comunican con el mundo exterior con el único medio disponible: las redes sociales.
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Karey y Roger Maniscalco -un matrimonio canadiense-americano- subieron hoy un video a Youtube en donde cuentan lo difícil que ha sido para ellos pasar el tiempo, que sortean entre trabajo y sus redes sociales. “La interacción con otras áreas y pasajeros del barco se perdió por completo. Estamos confinados a nuestras habitaciones, por lo que somos solo nosotros dos”, explica Roger.
Por su parte, Karey, que trabaja como agente inmobiliaria, intenta tomarse la situación con humor. Hoy subió a su cuenta de Facebook un video en el que entrevista a “Mr. Wilson”, un guante descartable [que le brindó la tripulación a modo de precaución junto con barbijos y termómetros] al que le pintó una cara. El nombre de su personaje ficticio hace alusión a la pelota de Tom Hanks en la película El naúfrago.
Matthew Smith, un pasajero norteamericano, también ve el lado positivo a sus extendidas vacaciones. Todos los días sube a Twitter fotos de las tres “deliciosas” comidas que la tripulación deja a las puertas de su habitación.
Además, Smith advierte que no se debe confiar en toda la información que proviene de los pasajeros del Diamond Princess. “Algunos pasajeros buscan la atención de los medios de comunicación a través de exageraciones e incluso falsedades absolutas”, tuiteó ayer.
Sin embargo, los Maniscalco y Smith son pasajeros con suerte. Su camarote tiene un balcón que les permite salir al exterior para tomar aire y combatir el encierro. Yardley Wong, un pasajero de Hong Kong que viaja con su familia, pudo salir ayer por primera vez a la cubierta luego de dos días y “mucha angustia” y compartió un video en Twitter bailando de felicidad. “#ElMejorMomentoDelDía ¡Qué lindo salir a respirar aire fresco!”, escribió.
Yolanda Rocha, una pasajera mexicana que conoció al argentino que dio positivo con el coronavirus, habló hoy con Caracol Radio: “En cuanto a comida estamos bien, nos están suministrando desayuno, almuerzo y cena, salimos un rato tomar el sol y aire fresco con guantes, otros equipos de protección, no podemos contaminar ni hablar con nadie, tenemos que estar en el momento que nos hagan por secciones y no podemos salir a caminar más que media hora”.
A pesar de los elogios de muchos pasajeros a la tripulación, las quejas no tardaron en llegar. Maniscalco escribió en Facebook que intentaron cobrarle el agua pero que su marido, Roger, se rehusó.
La hija de una de las pasajeras, cuya madre y sus dos tías se encuentran a bordo del crucero, escribió en Twitter que las tres mujeres deben permanecer todo el día en sus cuchetas porque solo tienen una silla en el camarote. “Cuando llamaron a recepción para pedir otras dos sillas, no quisieron ayudarlas”, dijo.
Ante el aburrimiento y la desesperación, la compañía a la que pertenece el crucero, Princess Cruises, intenta calmar los ánimos de los pasajeros al brindarles Wi-Fi gratuito y nuevas propuestas de entretenimiento: “Estamos trabajando estrechamente con el personal de actividades de crucero de #DiamondPrincess para facilitar juegos y rompecabezas adicionales a nuestros huéspedes. Ahora también tenemos canales de televisión en vivo adicionales y una gran selección de películas en la habitación disponibles en varios idiomas”.
El crucero, que llegó el lunes por la noche a las inmediaciones del puerto de Yokohama (sudoeste de Tokio), cuenta con unos 3711 pasajeros y tripulantes. Entre los 61 infectados hay un argentino, que fue hospitalizado, confirmó Japón, aunque no reveló su identidad.