En Qatar 2022 y a pesar de estar con chances clasificar a la siguiente fase, Irán se viene anotando algunos autogoles fuera de las canchas. Muestras de la represión del Gobierno a las manifestaciones por la muerte de Mahsa Amini ya se trasladaron al evento deportivo. Y todas las cámaras apuntan hacia ellas.
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En su primer partido, los seleccionados iraníes se negaron a cantar su himno nacional y algunos hinchas apoyaron la protesta pifiando la canción. Otros, como anota “La Vanguardia”, sostuvieron banderas en donde se anotaban frases como “Libertad para la vida de las mujeres”. Para el encuentro de este viernes 25 contra Gales, sin embargo, los jugadores retrocedieron y entonaron el tema.
No es una situación sencilla. Juan Carlos Gómez Perlado, quien fuera “el preparador físico español que formaba parte del cuerpo técnico [...] que clasificó a la selección iraní”, declaró: “Llegan noticias de que hay dos facciones de jugadores y de que los afines al régimen espían a los otros”.
Uno de los que apoyan las protestas es Sardar Azmoun. Luego de un amistoso previo a Qatar 2022, él compartió su posición: “No puedo quedarme callado. Si el castigo es ser expulsado de la selección, es un pequeño precio a pagar. Deberían avergonzarse por asesinar a una persona”.
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Las protestas no cesan
Simpatizantes del Gobierno de Ebrahim Raisí y del ayatolah Alí Jamenei se hicieron presentes en el partido de este viernes entre Irán y Gales. Según AP, ellos “confiscaron banderas persas prerrevolucionarias a los hinchas que entraban al estadio e insultaron a quienes vestían camisetas con el lema de las protestas que sacuden la nación desde hace más de dos meses, ‘Mujer, Vida, Libertad’”.
La agencia agrega: “Pequeños grupos de hombres corearon enojados ‘República Islámica de Irán’ hacia las mujeres que concedían entrevistas acerca de la situación en el país a medios extranjeros fuera de la cancha”.
#BREAKING: Iran national team players choose not to sing national anthem at World Cup match; some of the Iranian crowed booing their own national anthem pic.twitter.com/6tYqjloYYi
— Amichai Stein (@AmichaiStein1) November 21, 2022
Al respecto, Enrique Banús, director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Piura, opina: “No creo que estas manifestaciones tengan efecto sobre la conducta absolutamente rígida del gobierno iraní. Su imagen ya estaba deteriorada. En todo caso, tienen un fuerte valor simbólico y refuerza, hacia adentro del país, las protestas”.
Y así parece ser: desde la muerte de Mahsa Amini -el 16 de setiembre cuando estaba bajo custodia de la policía de la moral-, las protestas no amainan. Esa respuesta es, dice Banús, especial. “Según los analistas, estas muestran un panorama diferente. Las veces anteriores, las manifestaciones eran reprimidas y luego desaparecían. En cambio, esta no”.
“Sin embargo, no podríamos decir que van a erosionar al régimen. Parece que, por el momento, no hay fisuras, no hay clérigos o ministros que hayan mostrado su disconformidad. Si eso llegara a pasar se marcaría un gran cambio”.
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Mientras tanto, Irán no se anda con rodeos y continúa con su política de mano dura. Por ejemplo, el excapitán de la selección de fútbol Voria Ghafouri fue arrestado el jueves 24 por “insultar al equipo nacional y difundir propaganda en contra del gobierno”. Según “Olé”, la acción puede ser leída como una “advertencia” para que los seleccionados no vuelvan a protestar -como cuando se negaron a cantar el himno-.
¿Qué fue lo que dijo Ghafouri? El medio anota que él “se refirió a las continuas protestas en su país y criticó la prohibición nacional de que las mujeres asistan a los partidos de fútbol”.
Sobre las manifestaciones a favor del régimen de Irán, Banús plantea la posibilidad de que no sean tan espontáneas como parecen. “Pagar para que algunos vayan y los apoyen es algo que suelen hacer algunos Gobiernos dictatoriales”. Pero demostrarlo será otro asunto.