Taiwán prevé mayor presión diplomática de China tras reelección de Xi Jinping

El ministro taiwanés de Relaciones Exteriores estimó este miércoles que después de la reelección del presidente Xi Jinping la semana pasada China redoblará sus esfuerzos para ganarse a los países aliados de Taiwán.

“Es posible que nuestra situación diplomática se agrave”, dijo Joseph Wu al parlamento taiwanés el miércoles.

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China, que considera a Taiwán como parte de su territorio, busca tomar su control, por la fuerza si es necesario, y lleva décadas animando a los aliados de la isla a romper sus lazos diplomáticos con Taipéi en favor de Beijing.

El canciller taiwanés cree que la presión china se intensificará sobre los 14 países que aún mantienen relaciones diplomáticas con Taipéi, ya que los funcionarios chinos querrán “mostrar su lealtad” a Xi.

“Hemos visto información de inteligencia advirtiéndonos (...). Esperamos que nuestras relaciones diplomáticas no se vean influenciadas por China”, dijo Wu.

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“Todas nuestras embajadas y misiones están en alerta máxima (...) Comprobaremos esta información y tomaremos medidas para consolidar las relaciones diplomáticas”, agregó.

Beijing ha intensificado la presión militar, diplomática y económica sobre Taipéi desde la elección en 2016 de la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen.

Tsai hizo el miércoles sus primeros comentarios públicos sobre el Congreso del Partido Comunista de China que terminó el fin de semana, llamando a la unidad frente a “la expansión del autoritarismo chino”.

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“Cuanto más preparados estemos, menos posibilidades tendrá Beijing de avanzar precipitadamente; mientras más unidos estemos, más fuerte y segura será Taiwán”, dijo en una reunión de su partido.

Las tensiones entre Taiwán y China alcanzaron su nivel más alto en años en agosto, después de que Beijing realizara ejercicios militares sin precedentes para protestar contra una visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi.

Beijing arremete contra cualquier acción diplomática que pueda dar legitimidad internacional a Taiwán y ha respondido con creciente enfado a las visitas de políticos occidentales.