Miami ha ordenado la evacuación de más de un millón de personas por el huracán Irma. (Foto: AFP)
Miami ha ordenado la evacuación de más de un millón de personas por el huracán Irma. (Foto: AFP)
BBC News Mundo

"Estoy desesperada, tengo a mi niño, no sé a dónde ir".

Idania Arriaga espera con su hijo de 5 años en las afueras de la South Miami Senior High School, una escuela de secundaria que las autoridades de Florida y la Cruz Roja de Estados Unidos habilitaron para albergar a personas en riesgo por la cercanía del .


Pero Arriaga y su hijo llegaron demasiado tarde: el albergue está cerrado por capacidad completa desde la noche de este jueves y ahora ella no sabe qué hacer.

"Llevamos horas aquí esperando que nos den una respuesta. Nos dicen que vayamos para otros albergues, pero yo no tengo en qué moverme. No sé cómo salir de aquí ni a dónde ir", explica.​

Idania Arriaga llegó con su hijo de 5 años al refugio, pero no encontró sitio. (BBC)
Idania Arriaga llegó con su hijo de 5 años al refugio, pero no encontró sitio. (BBC)

Junto a ella, una decena de personas que tampoco encontraron lugar y no tenían cómo transportarse esperaban a las sombras de unos árboles a que las autoridades les dieran alguna indicación.

"Nos dicen que tenemos que esperar a que un bus nos lleve a otro refugio, pero mientras estamos aquí, ha venido mucha gente en sus carros a albergarse y como no hay lugar ya se han ido a otros y temo que nos quedemos sin nada. Dicen que la mayoría ya están llenos", dice.

Arriaga carga con cinco bolsas repletas.

Dice que son medicinas, ropa, documentos… lo que necesitan ella y su hijo por si el huracán arrasa con su casa en las cercanías del río Miami, una de las zonas más peligrosas de la ciudad por las potenciales inundaciones.

"Me preocupa por mi niño, porque él no sabe qué pasa ni por qué estamos aquí. Estoy muy angustiada, nunca he vivido un huracán y no sé qué pueda pasar".

En el interior del albergue

Una fila de personas se acomodan como pueden en los laterales del pasillo de la entrada de la escuela.

Muchos están sentados sobre sus maletas, otros en sillas de ruedas, otros duermen en el suelo.

Hay personas de todo tipo y de todos los estratos sociales, desde turistas que fueron sorprendidos por la emergencia ciclónica, hasta estudiantes extranjeros, personas sin hogar, inmigrantes y familias de clase media.

(BBC)
(BBC)

Muchos están esperando que se habilite algún lugar en la escuela donde se puedan quedar o que un bus los recoja para llevarlos a otro refugio donde haya disponibilidad.

Pero no habrá más lugares aquí, explica a BBC Mundo Zaida Duvers, una voluntaria de la Cruz Roja que trabaja desde hace dos días en el albergue.

"No es un tema de espacio, espacio hay, lo que no tenemos son provisiones; comida, sábanas o almohadas para las personas que llegan", asegura.

Duvers explica que uno de los principales problemas con los que se han enfrentado los voluntarios es que muchas personas llegan sólo con sus pertenencias y ellos no tienen ni siquiera sábanas para proveerles.

BBC Mundo constató que la mayoría de los evacuados aquí duermen en el suelo, en colchones improvisados con sacos de dormir, sábanas, almohadas o ropa que ellos mismos han traído.

"El lugar no creo que reúna todas las condiciones. Los medios han dicho que las personas se tienen que evacuar, pero no han explicado que deben traer al menos en qué dormir", señala.

Los espacios habilitados en la escuela son generalmente las aulas, donde las mesas y las sillas han sido arrinconadas para ganar espacio, pero también los pasillos.

La escuela tampoco tiene duchas, por lo que los albergados aquí tendrán dificultades para su aseo personal durante los días del paso del huracán.

Según Duvers, entre miércoles y jueves, más de 700 personas pidieron refugio voluntario en este albergue. Pero sólo en la mañana del viernes llegaron más de 200 que no encontraron lugar.

La comida durante estos días, dice, serán emparedados, jugos en cajas, leche y refrescos enlatados. Pero la cantidad, asegura, es limitada.

Tampoco hay dietas para personas con necesidades especiales o salas específicas para enfermos.

Desde Cayo Hueso

Mariano Quiroz dice que llegó al albergue casi por casualidad. Él reside desde hace 37 años en Cayo Hueso, en el extremo sur de la Florida, una zona que ordenaron evacuar de forma obligatoria desde mediados de semana.

Mariano Quiroz vino desde Cayo Hueso, una de las zonas más vulnerables al huracán. (BBC)
Mariano Quiroz vino desde Cayo Hueso, una de las zonas más vulnerables al huracán. (BBC)

Pero él explica que llegó hasta Miami por problemas de enfermedad: tuvo que ir hasta un hospital de emergencias en esta ciudad, estuvo ingresado dos días y después, los paramédicos lo llevaron hasta el albergue porque no podía regresar a los cayos.

"Yo vivo en un trailer (una casa móvil) y eso no aguanta. Ya yo he pasado tres huracanes allí, pero este pinta muy feo, es tremendo lo que viene", dice.

Quiroz asegura que la atención de los voluntarios en el albergue no puede ser mejor, "estamos bien, nos están tratando bien", asegura.

"Lo bueno es que aquí al menos estamos seguros, porque la mayoría de los que estamos aquí no tenemos un lugar seguro para estar. Que dios quiera que no nos pase nada", comenta.

Como Quiroz, alrededor de 10 personas en sillas de ruedas se encontraban en el albergue de la escuela. Muchos de ellos esperaban ser ubicados en algún otro donde hubiera capacidad porque no encontraron.

Dónde albergarse

Las autoridades de Florida ordenaron la evacuación de más de un millón de personas que residen en el sur del estado por la inminente amenaza del huracán Irma.

El gobierno local habilitó 22 albergues en los últimos días, pero ante el creciente número de personas que han solicitado refugio, aseguran que abrirán otros 21 para la noche de este viernes.

Algunas de las personas que buscaban dónde pasar el ciclón en esta secundaria de Miami temían que este número no fuera suficiente.

Sasha y Stacie

Stacie Brzhezinskaia y Sasha Ilinshenkov son dos estudiantes rusos, de 20 años, que pasaron tres meses de intercambio en Miami.

Ahora están sentados con sus maletas en el suelo, en las afueras del albergue.

Tampoco encontraron sitio.

Dicen que tenían un viaje programado para ayer a Dallas, pero como los vuelos estaban sobrevendidos, no pudieron viajar. Intentaron irse a Nueva York, pero tampoco lo lograron.

​Como no tienen la edad reglamentaria para conducir, no pudieron alquilar un auto para escapar de Miami.

Ahora no saben dónde pasarán el huracán.

Para ellos también es la primera vez que se enfrentan a un fenómeno de este tipo. Dicen que no conocen a nadie en la ciudad con quien se puedan quedar durante estos días.

Tienen su vuelo de regreso a Rusia programado para el lunes. Pero dadas las condiciones climáticas, no saben si para esas fechas podrán volver a casa.

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