1 / 18 Barbara Bush, la primera dama del cabello cano y cuya amabilidad y falta de pretensión por momentos la volvieron más popular que su esposo, el presidente George H.W. Bush, falleció el martes a los 92 años de edad. (EFE).
2 / 18 barbara Bush junto a su esposo George H.W. Bush en una imagen del 2 de setiembre del 2004 en la Convención Nacional del Partido Republicano realizada en Nueva York. (AP).
3 / 18 Barbara Bush, su esposo y el entonces presidente soviético Mijail Gorbachov el 8 de noviembre de 1999 en Berlín, Alemania. (AP).
4 / 18 Barbara Bush y su esposo el 2 de noviembre de 1992 durante un mitin político en Houston, Texas. (AP).
5 / 18 barbara Bush durante un evento en Orlando, Florida, el 18 de marzo del 2005. (Reuters).
6 / 18 Barbara Bush, su esposo y Bill Clinton en el Super Bowl del 6 de fenrero del 2005 en Jacksonville. (Reuters).
7 / 18 George H.W. Bush y su esposa Barbara Bush entonan el himno de Estados Unidos durante un campeonato de baloncesto en la Universidad de Connecticu el 4 de abril del 2011. (REUTERS/Lucy Nicholson).
8 / 18 George W. Bush con su madre Barbara Bush, su padre George H. W. Bush y sus abuelos Prescott y Dorothy en Midland, Texas. (Reuters).
9 / 18 George W. Bush junto a su padre y a su madre Barbara Bush en Rye, Nueva York, en el verano de 1955. (Reuters).
10 / 18 Barack Obama junto a Barbara Bush durante un homenaje a George W. Bush en Dallas el 25 de abril del 2013. (REUTERS/Jason Reed).
11 / 18 En esta foto del 17 de agosto de 1992, la primera dama Barbara Bush y su hijo George W. Bush asisten a la Convención Nacional Republicana de 1992 en Houston. (AFP / CHRIS WILKINS).
12 / 18 En esta foto del 18 de agosto de 1992, Barbara Bush reacciona ante el Senador Phil Gramm, quien pronunció el discurso principal de la Convención Nacional Republicana en el Astrodome de Houston. (AP Photo / Marcy Nighswander).
13 / 18 21 de enero de 1985, el entonces presidente de EE.UU., Ronald Reagan, y su esposa, Nancy, junto con el vicepresidente George Bush y su esposa Barbara Bush después de los juramentos en el edificio del Capitolio en Washington. (AP Photo / Bob Daugherty).
14 / 18 En esta foto del 12 de junio del 2012, Barbara Bush toca el cabello de su esposo George H.W. Bush durante el estreno de un documental de HBO sobre su vida. (AP Photo / Charles Krupa).
15 / 18 En esta foto del 27 de febrero de 1990, Barbara Bush juega billar mientras visita a estudiantes de primaria en Washington DC. (AP Photo / Dennis Cook).
16 / 18 En esta foto del 16 de mayo de 1991, George Bush y la primera dama Barbara Bush llegan a una cena en la Embajada Británica acompañados por la reina Isabel II y el príncipe Felipe en Washington DC. (AFP / LUKE FRAZZA).
17 / 18 7 de agosto de 1991, Barbara Bush observa a su esposo mientras pesca en Kennebunkport. (AP Photo / Susan Walsh).
18 / 18 11 de octubre de 1984, Barbara Bush, esposa del entonces vicepresidente George Bush, es fotografiada en el debate entre Bush y la demócrata Geraldine Ferraro. (AP).
Washington. Barbara Bush, fallecida hoy a los 92 años, fue la imprescindible matriarca de una de las grandes dinastías políticas de Estados Unidos, una mujer apegada a lo tradicional que se ganó el apodo de "la abuela de todos" con su actitud cercana y su lengua sin tapujos.
Bush, que murió en su casa de Texas tras años de delicada salud, fue durante buena parte de su vida una espectadora clave de la política estadounidense, convirtiéndose en una de las primeras damas más queridas y en una figura esencial en el ascenso de dos de sus hijos.
Esposa del ex presidente George H. W. Bush (1989-1993), y madre del también ex mandatario George W. Bush (2001-2009) y del ex gobernador de Florida Jeb Bush, Barbara dedicó su vida casi por completo a los roles de madre y esposa, pero tuvo tiempo para dos batallas extra: contra la analfabetización y contra el cáncer.
Bush fue primera dama en pleno apogeo del reclamo feminista por liberar a la mujer de las cadenas del hogar, pero ella nunca se avergonzó de su empeño en dedicarse a sus hijos y ser el pilar de su marido, una actitud que le valió no pocas críticas pero que ella siempre llevó con orgullo.
"Hace mucho tiempo decidí que en esta vida tenía que tener prioridades. Puse a mi marido y a mis hijos en lo más alto de mi lista. Y es una decisión de la que nunca me he arrepentido", escribió Barbara Bush en su libro de memorias en 1994.
Esa decisión vital, que llevó a una periodista a afirmar en una ocasión que su marido George era un hombre de los años 80 casado con una mujer de la década de 1940, no evitó que se pronunciara de forma abierta sobre algunos asuntos políticos, siempre que sus opiniones no eclipsaran las de su esposo.
Quizá por eso la sorpresa fue tan grande cuando, en sus memorias, reveló que opinaba muy distinto que Bush padre en dos grandes asuntos en el debate nacional: el aborto, que según ella debe depender de una decisión personal de la mujer, y el control de armas, que consideraba necesario fortalecer.
"El aborto no es una prioridad para mí. El control de armas tampoco lo es. Dejo esos asuntos a gente lo suficientemente valiente como para tener un cargo público", dijo Barbara Bush en sus memorias, a modo de explicación por no haberse pronunciado antes sobre esos temas.
Sí fueron prioridades para ella la alfabetización infantil, que centra el trabajo de la Fundación Barbara Bush, y la lucha contra el cáncer, con la que se comprometió tras perder a su hija Robin, fallecida a los tres años por leucemia; y que llevó al matrimonio Bush a donar millones de dólares para investigación médica.
Pese a sus ideas tradicionales y sus inseparables collares de perlas, Bush nunca se preocupó demasiado por los estragos de la vejez, y convirtió su pelo blanco y sus arrugas en toda una seña de identidad en pleno auge de la cirugía estética.
"Mucha gente ha querido retocarme", confesó Bush en sus memorias. "Una mujer incluso tomó mi foto en la revista Life, me hizo un nuevo corte de pelo, me puso pendientes, ropa, collar y maquillaje nuevos y me envió una copia de su obra de arte".
Su sentido del humor y su franqueza generaron muchos titulares; uno de los últimos en abril de 2015, cuando no dudó en decir que no quería que su hijo Jeb compitiera por la Presidencia en 2016.
"Hay otra gente ahí fuera que está muy preparada, y ya ha habido suficientes Bushes (en la Casa Blanca)", explicó entonces a la cadena NBC.
Nacida en 1925 en Nueva York como Barbara Pierce, e hija de un empresario editorial, la futura primera dama conoció a George H. W. Bush en un baile cuando tenía apenas 16 años y, aunque completó un año de estudios en la Universidad Smith, no dudó en abandonar la carrera cuando él terminó su servicio militar y regresó a EE.UU.
Los Bush se casaron en enero de 1945, cuando ella tenía 19 años, y la joven esposa no pensó nunca en retomar los estudios, dedicada por completo a su esposo y sus hijos: Dorothy, Marvin, Neil, Jeb y George.
En 1976 sufrió un episodio de depresión que atribuyó a la menopausia y a la soledad mientras su esposo era director de la CIA, y en 1989 fue diagnosticada con el síndrome de Graves, una enfermedad de tiroides.
"Al final de tu vida, nunca te arrepentirás de no haber aprobado un examen más, o ganado un juicio más, o cerrado un acuerdo de negocios más. Te arrepentirás de no haber pasado más tiempo con un marido, un amigo, un hijo, o un padre", dijo Bush en un discurso en la Universidad de Wellesley en 1990.
La ex primera dama fue fiel a este consejo hasta sus últimos días, que pasó en su casa de Texas y acompañada del hombre con el que estuvo casada más de 70 años.
Fuente: EFE