Una fuerte lucha por el control del Congreso de Estados Unidos se libra junto con la carrera por la Casa Blanca entre la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump a un día de las elecciones.
El control del Congreso le dará al próximo presidente la oportunidad de dar forma a las decisiones y reformas que buscan hacer en el país durante los dos años siguientes.
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En esta legislatura, los republicanos tienen el control del Senado y la Cámara de Representantes.
Con el fin de ganar el control del Senado, los demócratas tendrían que obtener cinco escaños. Los republicanos tienen actualmente 54 escaños en el Senado y los demócratas 44 y dos independientes que se alinean con ellos.
Durante gran parte de la campaña, los analistas políticos proyectaban que los demócratas lograrían entre cuatro y siete escaños en el Senado.
Sin embargo, la reciente divulgación de nuevos correos electrónicos de Clinton que causaron la reapertura del caso por parte del FBI podría traer consecuencias en los votos para el Congreso, pese a que el FBI acaba de cerrar las pesquisas y no denunciará a la ex secretaria de Estado.
Los demócratas se enfrentan a un desafío más grande en la Cámara de Representantes, en la cual tiene que ganar 30 escaños para volver a ser mayoría. Algunos expertos proyectan que podrían lograr de cinco a 20 asientos.
--- El Senado ---
Los republicanos tuvieron el control del Senado con 100 escaños en los últimos dos años. Esto ha tenido consecuencias sostenidas sobre el programa de salud de Obama conocido como Obamacare.
Además, los republicanos de la Cámara han detenido el progreso realizado en el Senado en 2013 sobre la reforma migratoria integral y también han hecho retroceder el gasto en programas nacionales al tratar de limitar la regulación del sector medioambiental y financiero.
Se espera que el resultado de la carrera presidencial tenga un impacto importante sobre los resultados de las campañas del Congreso. En las últimas décadas, el partido que ganó la Casa Blanca por lo general también le ha ido mejor en el Congreso.
Como están las encuestas, indican expertos, un posible empate tras las elecciones en el Congreso significaría que el próximo vicepresidente podría emitir el voto de desempate y determinar qué partido controla el Senado.
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El Senado que tomará posesión el 3 de enero, ya sea en manos de los republicanos o demócratas, se enfrentará a una decisión de peso pronto: la votación de un juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos para reemplazar el conservador Antonin Scalia, que murió en febrero pasado.
Desde ese momento, los senadores republicanos se han negado a considerar la candidatura del juez federal Merrick Garland nominado por Obama, argumentando que el próximo presidente debe elegir un candidato.
Otros problemas que enfrenta el Congreso el próximo año incluyen autorizar al presidente contraer préstamos a nombre del Gobierno, algo a lo que algunos republicanos conservadores se oponen si no sucede un recorte presupuestario sustancial. Además afrontan la posible aprobación del acuerdo de libre comercio con países de la costa del Pacífico y Europa si las negociaciones concluyen con éxito.
Fuente: Reuters