Concord [AFP]. Bernie Sanders ganó el martes la crucial primaria demócrata de New Hampshire, según proyecciones de medios, en una mala noche para el exvicepresidente Joe Biden, por meses favorito, que quedó quinto en la carrera para elegir al rival de Donald Trump en noviembre.
Sanders, el abanderado del ala progresista del partido, obtenía el 26% de los votos con la mayoría del conteo completo en ese estado del noreste, en el que derrotó a Hillary Clinton en 2016.
"Esta victoria aquí es el principio del fin para Donald Trump", dijo Sanders a sus eufóricos seguidores, en medio de reclamos por impuestos más justos y una reforma del sistema de salud, después de que NBC y ABC anunciaran el resultado.
Dos moderados se ubicaron en segundo y tercer lugar: Pete Buttigieg, exacalde de South Bend, Indiana, cosechaba el 24,3% de las adhesiones, y la senadora de Minesota, Amy Klobuchar, el 19,9%. Cuarta se colocaba la senadora progresista de Massachusetts, Elizabeth Warren (9,3%).
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Tras los caóticos “caucus” (asambleas ciudadanas) de Iowa, que la semana pasada abrieron el proceso de nominación de aspirantes a las presidenciales, New Hampshire celebró la primera votación primaria de esta temporada electoral.
En Iowa, Buttigieg se autoproclamó ganador sin haberse hecho oficiales los resultados, algo que molestó a sus contendientes. Sanders también se ha declarado ganador de esos caucus.
Las primarias en New Hampshire se cobraron dos víctimas: el emprendedor Andrew Yang y el senador Michael Bennet, que suspendieron sus campañas tras cosechar malos resultados.
“No me voy a rendir”
Biden, que encabezó durante meses las encuestas nacionales del Partido Demócrata y acaba de perder la delantera tras quedar relegado a un cuarto lugar en Iowa, prometió pelear cada voto.
“No me voy a rendir en New Hampshire”, aseguró el político de 77 años.
Sin embargo, sorpresivamente canceló una fiesta en la noche para dirigirse directamente a Carolina del Sur, donde espera revertir su suerte gracias al importante apoyo que tiene entre la población negra.
Para Warren, la partida de Biden es una manera de tirar la toalla. “Venimos aquí y hablamos con los votantes, y luchamos por cada voto”, dijo mientras saludaba a unas decenas de voluntarios y simpatizantes en Nashua. “Eso es lo que soy. Soy una luchadora”, subrayó.
En el Club Boys and Girls de Concord, la capital de New Hampshire, un flujo constante de votantes acudió a votar a pesar de la ligera nevada más temprano.
Mike Schowalter, un abogado de 39 años, declaró que votó por Sanders, a quien definitivamente ve como el mejor preparado para vencer a Trump.
A diferencia de Hillary Clinton, quien derrotó a Sanders en las internas demócratas de 2016, Trump y Sanders le llegan a la misma gente afectada por la pérdida de empleos de la globalización, explicó.
Revolución y realismo
Ansiosos por recuperar la Casa Blanca, los demócratas se debaten entre la “revolución política” propugnada por Sanders, quien se define como un “socialista democrático”, y el realismo del moderado del Buttigieg, el exalcalde de South Bend, Indiana.
“Hoy tenemos la oportunidad de terminar lo que comenzamos hace cuatro años y enviar un poderoso mensaje a la clase multimillonaria”, señaló Sanders temprano en su cuenta de Twitter.
Buttigieg, el primer aspirante a la Casa Blanca abiertamente homosexual, también convocó a los votantes por la misma red, presentándose como la opción de la renovación necesaria para un cambio en Washington.
“Lo que elijan ustedes hoy dará forma al futuro de nuestra nación”, indicó. “Juntos, construiremos la coalición que necesitamos para derrotar a Trump en noviembre”, prometió.
En New Hampshire, quienes se declaran independientes superan en número a los demócratas y los republicanos, y pueden votar en cualquiera de las elecciones primarias, lo que podría inclinar la balanza en una carrera apretada.
“Cambio dramático”
A nivel nacional, en lo que analistas ven como un “cambio dramático”, Sanders lidera con 23%, seguido de Biden con 20,4%, en baja desde enero. Pero el multimillonario Michael Bloomberg (13,6%) ya está tercero tras ingresar a la carrera recién en noviembre, desplazando a Warren (13%), Buttigieg (10,4%) y Klobuchar (4,4%), según sondeos de RealClearPolitics.
El exalcalde de Nueva York decidió no competir en Iowa ni en New Hamphire, ni tampoco en Nevada, que celebrará sus “caucus” el 22 de febrero, o Carolina del Sur, que vota en primarias el 29 de febrero.
Con un discurso moderado y muchos dólares para gastar, Bloomberg apuesta a meterse de lleno en la batalla en el “Súper Martes” del 3 de marzo, cuando 14 estados realizan internas, entre ellos los cruciales California, Texas, Virginia y Carolina del Norte.
El magnate ya puso 260 millones de dólares de su fortuna personal en la campaña, para furia de Sanders que lo acusó de tratar de “comprar las elecciones”.
- Una pugna para el deleite de Trump -
La batalla por la nominación del Partido Demócrata que se mantuvo relativamente cortés, con un numeroso pelotón que disputa el liderato, comenzó a agriarse en las últimas semanas, bajo la mirada atenta de Trump, que disfruta burlándose de sus rivales.
El mandatario, que aspira a un segundo mandato en las elecciones del 3 de noviembre, organizó el lunes por la noche un mitin en New Hampshire.
“No se olviden, los demócratas de Washington nunca han sido más extremistas”, dijo el mandatario a la entusiasta multitud.
En un momento en el que la carrera por las primarias comienza a decantarse, Sanders, el decano de la contienda con 78 años, defiende su “revolución” política contra la desigualdad y llega como favorito en este estado, que es vecino del distrito del que es senador, Vermont.
“Lo que pase aquí va a tener enormes consecuencias”, dijo los últimos días a sus simpatizantes en New Hampshire.
Y criticó a sus rivales más moderados fustigando que acepten donaciones de millonarios, al contrario que su campaña, que está batiendo récords de recaudación gracias a pequeños aportes individuales.
Al contrario, Buttigieg, exalcalde de South Bend de 38 años, defiende una política que califica como “realista” y a menudo se dirige a los votantes republicanos durante los debates.
Este veterano de la Guerra de Afganistán, es también el primer candidato abiertamente homosexual con posibilidades de llegar a la Casa Blanca.
Mientras Sanders aboga por una reforma profunda del sistema de salud en un país industrializado donde millones de personas no tienen seguro, Buttigieg critica los costos de este plan y afirma que su rival no sabe cómo financiarlo.
Detrás de estos dos candidatos, llega Biden, de 77 años que se presenta en los mitines como la mejor opción para derrotar a Trump.
El excompañero de fórmula de Barack Obama prometió no abandonar la carrera sin importar lo que pase el martes, en una declaración que parecía admitir un revés.
Sin embargo, Biden confía en tener votaciones positivas ya sea en Nevada la próxima semana o en Carolina del Sur el 29.
Esta estrategia podría estrellarse si Biden acumula derrotas que deriven en una sequía de fondos de campaña.
- El surgimiento de Bloomberg -
En su lucha por mantenerse vigente, Biden atacó el flanco más débil de Buttigieg, señalando su falta de experiencia a nivel nacional y apuntando a que su trayectoria se reduce a la gestión de una localidad de 100.000 habitantes.
Biden cuenta en su haber con la experiencia adquirida en el Senado y los ocho años que pasó en la Casa Blanca.
Este mensaje hace eco en muchos electores.
Después de asistir el domingo a un mitin en Nashua, New Hampshire, Katie Morgan, de 20 años, dijo a la AFP que le parecía un candidato “interesante”, pero que personalmente prefería a alguien con “un poquito más de experiencia”.
Biden también señala la reivindicación que hace Sanders del socialismo apuntando a que con un candidato más a la izquierda derrotar a Trump en las elecciones de noviembre sería “más complicado”.
Otra sorpresa de la encuesta publicada el lunes es el surgimiento de la candidatura del exalcalde de Nueva York Mike Bloomberg, que pasó de ocho a 15 puntos con una apuesta en la que ha invertido 260 millones de dólares de su fortuna personal.