Quién es Julián Castro, el único latino que aspiraba a llegar a la Casa Blanca

“Cuando mi abuela llegó aquí hace casi cien años, estoy seguro de que jamás habría imaginado que solo dos generaciones después, uno de sus nietos sería miembro del Congreso de Estados Unidos y el otro estaría aquí delante de ustedes diciendo estas palabras”, dijo Julián Castro en enero del 2019 al lanzar su candidatura por la carrera presidencial demócrata rumbo a la Casa Blanca. Un año después, el político estadounidense de origen mexicano ha abandonado la contienda tras no lograr despegar en las encuestas.

La de Castro no es una renuncia cualquiera. Significa que la Casa Blanca no contará en el 2021 con un inquilino latino, pues el político de 45 años era el único hispano que aspiraba a la presidencia de Estados Unidos.

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Castro fue secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano durante el gobierno de Barack Obama (2009-2017) y alcalde de San Antonio entre el 2009 y el 2014.

“Estoy muy orgulloso de la campaña que hemos llevado juntos. Hemos moldeado la conversación en tantos temas importantes en esta carrera, dimos la cara por la gente más vulnerable y ofrecimos una voz a aquellos que a menudo resultan olvidados”, dijo Castro en un video divulgado este jueves por su campaña.

Aunque hizo de sus raíces mexicanas y orígenes humildes los ejes de su campaña, Castro no logró significativos porcentajes en las encuestas ni grandes donaciones. Tampoco pudo participar en los debates más recientes.

Castro se había ubicado en el ala progresista del Partido Demócrata y había remarcado la inmigración como una de las prioridades de su propuesta.

ORIGEN MEXICANO

Julián Castro, abogado de profesión, nació y creció en el West Side de San Antonio, Texas, un barrio humilde de casas unifamiliares, ubicado en una zona en la que se concentra la comunidad de origen mexicano de la ciudad texana.

Su abuela fue una inmigrante mexicana que llegó huérfana a Estados Unidos cuando era una niña y que no pudo estudiar más allá de tercer grado. Trabajó toda su vida como mucama, cocinera y niñera para mantener a su familia.

Castro relató en "Un viaje improbable: Mi despertar del sueño americano”, sus memorias publicadas en el 2018, lo difícil que fue su infancia y las penurias que pasó su mamá Rosie Castro, una madre soltera y activista por los derechos de los inmigrantes hispanos.

Estudió con su hermano en la Universidad de Stanford y se graduó en la Escuela de Derecho de Harvard. Su hermano gemelo Joaquín Castro es congresista federal por Texas.

En julio del 2019, el político escribió una columna para CNN en la que contó lo complicado que fue para él y su hermano sacar adelante sus carreras universitarias.

“El 3 de abril de 1992 es otra fecha que jamás olvidaré. Dos sobres blancos idénticos tamaño carta llegaron con un mensaje especial: ‘Bienvenido a la clase de Stanford de 1996’. Una breve euforia estalló entonces. Unas semanas más tarde, llegó la factura, y esa fue una ocasión menos alegre", relata.

Agrega que el salario de su madre era menos de la mitad del costo de la matrícula para los hermanos Castro. "Pero cerrar la brecha entre los medios y los gastos fue una inversión del gobierno federal: la beca Pell, los préstamos Perkins y trabajar y estudiar a la vez harían de esta oportunidad educativa una posibilidad real. Generaciones de sacrificio y trabajo duro habían conducido a este momento”, contó.

Desde el inicio de su vida política Castro, quien habla perfectamente español, fue considerado una joven promesa hispana. En el 2012, Obama le concedió el honor de ser el primer miembro de la comunidad latina que abriera una convención demócrata, señala el diario español “El país”.

El político ha sido podado por varios medios de comunicación como el “Obama latino” por su elocuencia y presencia ante cámaras.

NO DESPEGÓ

Pese a sus esfuerzos, y a varias buenas actuaciones en los debates demócratas, Julián Castro tuvo problemas para elevar su perfil, fortalecer su recaudación de fondos y sobresalir en una reñida contienda. De los más de 20 aspirantes demócratas solo quedan 14.

Al momento de su retiro de la disputa Castro no lograba más que 1,2% de intención de voto a nivel nacional, según el promedio del sitio especializado RealClearPolitics.

La salida de Castro de la carrera por la presidencia se produce un mes antes de la primera cita electoral que tendrá lugar en los “caucus” de Iowa, el 3 de febrero.

“He determinado que simplemente no es nuestro momento”, dijo Castro al anunciar su retiro de la contienda.