Barcelona. A sus 35 años, Albert Rivera se ha convertido en uno de los líderes políticos más importantes de España y en el nuevo hombre fuerte del antiindependentismo en Cataluña.
Su partido, Ciudadanos, se situó en las elecciones de hoy como la primera fuerza no secesionista en la región española, lo que coloca al joven político en buena posición para los comicios generales de diciembre, en los que por primera vez es candidato al puesto de jefe de Gobierno español tras casi una década como diputado en el Parlamento catalán.
"Si los españoles nos tomamos fuerte de la mano, no nos vamos a caer por el precipicio. Vamos a darle la vuelta a esto", dijo el viernes durante el cierre de la campaña electoral, en la que opacó a la candidata de su partido a la jefatura del gobierno catalán, Inés Arrimadas.
La de Rivera (Barcelona, 1979) ha sido una carrera de fondo con un despegue meteórico en los últimos meses.
Licenciado en Derecho, empezó a tomar interés por la política en la Universidad, donde fue alumno de Francesc de Carreras, impulsor de la plataforma cívica que en 2006 dio lugar a Ciudadanos. Ese mismo año, Rivera se convirtió en el secretario general del partido.
En su primera campaña electoral apareció desnudo en los carteles junto al lema "Solo nos importan las personas". La formación obtuvo tres escaños y Rivera se convirtió en diputado del Parlamento catalán.
Ciudadanos fue creciendo poco a poco en la región del noreste de España. Tras casi una década de trayectoria, el pasado mayo saltó a la escena nacional tras las elecciones municipales y regionales celebradas en España.
La dura crisis económica que golpeó al país desde 2008, los casos de corrupción destapados en las instituciones y el fuerte desencanto de los ciudadanos por la política tradicional contribuyeron al crecimiento del partido en las encuestas.
Se convirtió, junto al izquierdista Podemos, en una de las fuerzas emergentes en España frente a formaciones consolidadas como el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy y el Partido Socialista (PSOE).
Rivera está considerado uno de los representantes de la nueva generación de políticos que ha surgido en los últimos años en España. Habla inglés -algo no muy frecuente entre los políticos españoles más veteranos-, se mueve en moto por Barcelona, es ex jugador de waterpolo y fue campeón de natación de Cataluña cuando tenía 16 años.
Es buen orador y de vez en cuando demuestra sus conocimientos de márketing político. El pasado marzo, en plena campaña de las elecciones celebradas en la región de Andalucía, el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, aprovechó las siglas naranjas de la formación para referirse a él despectivamente como "el naranjito", mascota del Mundial de España 1982.
El joven político colgó minutos después una foto suya junto al popular muñeco y el siguiente texto: "YoSoyNaranjito porque me gusta más la propuesta que la queja, porque me mueve la ilusión y no el miedo. Soy ciudadano". El lema se convirtió en "trending topic" en España.
En estos años, Rivera también ha recibido críticas e incluso amenazas por su oposición al nacionalismo catalán.
Estuvo en el ojo del huracán a raíz de una información publicada que aseguraba que había militado en las Nuevas Generaciones del PP, el brazo juvenil del partido de Rajoy. Rivera lo desmintió y aseguró que solo acudió a la sede a pedir información.
Este hecho y algunas de sus medidas liberales en lo económico han llevado a algunos sectores a considerar a Ciudadanos "marca blanca" del partido de Rajoy. Rivera insiste en que la suya es una formación "de centro". Él mismo dijo en una ocasión que estuvo afiliado al sindicato UGT, afín al Partido Socialista.
Fuente: DPA