Alemania vivió una de las más importantes evacuaciones ocurridas en el centro de Berlín desde 1945, para permitir la desactivación de una bomba británica de 500 kg. de la Segunda Guerra Mundial.
El artefacto, encontrado por trabajadores en una obra en el corazón de la capital de Alemania, fue calificado de "seguro" por la policía.
Pero las autoridades decidieron evacuar "todos los edificios en un perímetro de 800 metros" alrededor del lugar del hallazgo a partir de las 09:00 a.m.
La policía local avisó a los vecinos puerta a puerta para asegurarse de que todo el mundo abandonaba los edificios antes de que empezara la operación, hacia el mediodía.
Según la policía de Alemania, la evacuación implicó a unas 10 mil personas.
Los berlineses tuvieron que adaptarse a la situación aunque residieran lejos de la zona. Hubo fuertes perturbaciones en los transportes por el cierre de la principal estación de tren de la ciudad, utilizada a diario por 300.000 viajeros a diario y situada dentro del perímetro de evacuación.
Los trenes dejaron de detenerse en la zona afectada, cuyo acceso quedó vetado por la policía, que desplegó cintas rojas y blancas, constató la AFP.
"No sabía nada de esta bomba", declaró Yamamoto, un turista japonés procedente de Nagoya, sorprendido por la evacuación.
El tráfico estaba completamente interrumpido, al menos, hasta después del mediodía. También cerraron numerosas estaciones de tranvía, autobús, metro y trenes de cercanías.
La operación de desactivación obligó a desalojar numerosos edificios públicos como los ministerios de Economía y de Transportes, un hospital militar, el gigantesco complejo en obras de los servicios de inteligencia (BND), el museo de arte contemporáneo Hamburger Bahnhof y el de medicina.
"La bomba, de 500 kg, que no explotó en su momento, mide alrededor de 110x45 cm, así que es un objeto bastante imponente que, potencialmente, podría causar muchos destrozos en la ciudad. Por ello, somos muy prudentes, con profesionales altamente cualificados", explicó un portavoz de la policía berlinesa, Winfrid Wenzel.
Berlín sufrió intensos bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial -sobre todo en la primavera de 1945- que destruyeron un tercio de los edificios de la ciudad y dejaron decenas de miles de muertos.
Los artefactos lanzados por los aliados durante el conflicto y que no explotaron provocan siempre las operaciones más impresionantes.
Fuente: AFP