Sabrina Kouider, de 35 años, y su marido, Ouissem Medouni, de 40, fueron declarados culpables del asesinato de Sophie Lionnet, de 21. El matrimonio sometió a ahogamientos, negó la comida y rompió varias costillas a Lionnet antes de matarla y quemar su cuerpo. (AFP).
Sabrina Kouider, de 35 años, y su marido, Ouissem Medouni, de 40, fueron declarados culpables del asesinato de Sophie Lionnet, de 21. El matrimonio sometió a ahogamientos, negó la comida y rompió varias costillas a Lionnet antes de matarla y quemar su cuerpo. (AFP).
Redacción EC

Londres. Los franceses Sabrina Kouider y Ouissem Medouni fueron condenados este martes a cadena perpetua, acompañada de una pena por seguridad de 30 años, por el asesinato en Londres de su niñera, también francesa, Sophie Lionnet.

Las penas fueron pronunciadas por la corte criminal de Old Bailey que, el 24 de mayo, los había declarado culpables del asesinato, en setiembre del 2017, de la chica de 21 años cuyo cadáver carbonizado fue hallado en su jardín.

El tribunal considera probado que el matrimonio sometió a ahogamientos, negó la comida y rompió varias costillas a Lionnet antes de matarla y quemar su cuerpo en el jardín de su casa en el barrio de Southfields de la capital británica.

Por muy dura que sea, esta sentencia no puede "reflejar el valor de la vida" de Sophie Lionnet, declaró el juez Nicholas Hilliard, subrayando que su familia "no se recuperará jamás" de la muerte de la joven.

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Kouider y Medouni también fueron condenados a cinco años y medio de cárcel por obstrucción a la justicia, por haber intentado hacer desaparecer el cadáver de Sophie quemándolo.

Antes de pronunciarse, el magistrado tomó en cuenta los informes psiquiátricos de la pareja: los médicos concluyeron que Sabrina Kouider sufría trastornos metales y obsesiones. "Volverá inmediatamente al hospital", declaró el juez.

Durante le juicio, Medouni y Kouider se habían declarado inocentes del cargo de asesinato, afirmando que se trató de un accidente y echándose la responsabilidad mutuamente, pero reconocieron haber quemado el cuerpo de la joven originaria de Troyes, al sureste de París.

Según la acusación, la pareja estaba convencida de un complot fomentado por Sophie Lionnet con Mark Walton, uno de los fundadores del grupo de música irlandés Boyzone y padre de uno de los hijos de Sabrina Kouider, para drogar y abusar sexualmente de los miembros de la familia. Era una fantasía sin fundamento en la que ambos se habían encerrado, afirmó el juez el martes.

El caso puso sobre la mesa la vulnerabilidad de las 'au pair', generalmente mujeres jóvenes que, en el caso de Reino Unido, llegan para aprender inglés mientras cuidan a niños a cambio de comida y una habitación, aunque muchas veces acaban convirtiéndose en criadas susceptibles de abusos.

Sophie Lionnet ya había expresado a su madre su deseo de volver a Francia un año antes de ser asesinada. "Si tuviera los medios para comprarme un billete y tomar un taxi, ya lo hubiera hecho", le dijo en un mensaje.

Fuente: AFP

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