Con la derechista Giorgia Meloni como primera ministra, Italia ya empieza a llamar la atención por su forma de reforzar la política migratoria. Durante 21 días, el Gobierno puso obstáculos a la llegada de 230 personas -entre ellos 56 menores- que fueron auxiliados por la ONG SOS Mediterranée y su barco Ocean Viking luego de tratar de llegar a Europa por sus propios medios.