Decenas de miles de personas manifestaron el domingo en Francia en homenaje al profesor Samuel Paty, decapitado el viernes por haber enseñado a sus alumnos caricaturas de Mahoma, un atentado islamista que conmocionó al país.
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En París, los manifestantes se reunieron en la emblemática plaza de la República, epicentro de la enorme marcha del 11 de enero de 2015 tras los atentados yihadistas contra el semanario satírico Charlie Hebdo y un supermercado de productos kósher.
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Los manifestantes homenajearon a Samuel Paty, con pancartas escritas a mano con frases como “Je suis prof” (“Yo soy profe”), “No al totalitarismo del pensamiento” o “Libertad de expresión, libertad de enseñar”.
Otros homenajes se celebraban también en grandes ciudades franceses como Lille (norte), Lyon (este) o Niza (sureste).
Varios responsables de los principales partidos políticos estaban presentes en París: el primer ministro Jean Castex, la alcaldesa socialista de la capital Anne Hidalgo, la presidenta de derechas de la región parisina, Valérie Pécresse, o el líder de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon.
El exjefe del Estado, el socialista François Hollande, también se unió a la manifestación.
“No nos dan miedo. No tenemos miedo. No nos dividirán. ¡Somos Francia!”, escribió el primer ministro en un tuit acompañado de imágenes de la manifestación.
Algunos de los presentes llevaban pancartas con las caricaturas de Mahoma publicadas por el semanario satírico Charlie Hebdo. Igualmente entonaron el himno nacional francés.
Homenaje nacional
Guigané, de 34 años y mediadora sociocultural en la región parisina, con su hijo de 4 años a hombros, acudió a rendir homenaje a Samuel Paty, y a denunciar “este acto odioso y espantoso”. “No debemos permitir que esta violencia se instale, se convierta en nuestro día a día o acostumbrarnos a ella”, afirma.
El viernes por la tarde, Samuel Paty, padre de familia de 47 años, fue decapitado cerca de la escuela secundaria en la que ejercía como profesor de Historia y Geografía, en un barrio tranquilo de Conflans Sainte-Honorine, 30 kilómetros al noroeste de París. El atacante, un hombre de 18 años, fue abatido por la policía.
Este asesinato conmocionó profundamente al país, tres semanas después de un ataque islamista en el que un paquistaní hirió con un cuchillo a dos personas delante de los antiguos locales de Charlie Hebdo, y en pleno debate sobre el separatismo religioso.
El sábado, en Conflans Sainte-Honorine, un millar de padres, políticos locales electos o ciudadanos anónimos, se reunieron delante del colegio donde trabajaba este profesor motivado y cercano a sus estudiantes, según quienes le conocían.
Los alumnos también parecían muy afectados, como Marie, que acudió ante su antiguo colegioo para depositar unas flores en “homenaje a su exprofesor”.
“Recuerdo su clase sobre la libertad de expresión. Hablamos de Charlie, hicimos unos dibujos que siguen colgados”, explicó la joven, emocionada.
El miércoles se celebrará un homenaje nacional en coordinación con la familia del profesor asesinado, anunció el Elíseo, sin precisar el lugar.
Según el fiscal antiterrorista Jean-François Ricard, el profesor de Historia había organizado con sus alumnos un debate en un curso de educación cívica, durante el cual mostró caricaturas del profeta Mahoma. Antes, habría invitado a los alumnos que lo desearan a salir del aula.
Un acto de “venganza”
El padre de un alumno, que está detenido, mostró su indignación por esta clase en varios videos, y publicó en internet el nombre del profesor y la dirección del colegio. También se reunió con el director para pedir el despido del maestro. El profesor recibió después varias llamadas de amenazas.
El agresor fue identificado por la policía como Abdoullakh A., un ruso checheno de 18 años, nacido en Moscú y refugiado en Francia con su familia. No tenía antecedentes penales, aunque sí que había cometido algún delito menor.
En su teléfono, los investigadores encontraron un mensaje dirigido a Emmanuel Macron, “el dirigente de los infieles”, en el que explicaba que quería vengarse de la persona que “se atrevió a menospreciar a Mahoma”, y la foto de su víctima decapitada. Unos contenidos que también habían sido publicados en Twitter.
Al hablar de él, sus vecinos describieron a un joven “discreto”, “sumido en la religión” desde hacía tres años.
A través de su embajada en París, Moscú insistió en que “este crimen no tiene nada que ver con Rusia”, pues el joven salió del país siendo menor.
Un total de once personas fueron detenidas desde el viernes, en especial sus padres, su abuelo y su hermano menor, entre otros.
La ola de atentados yihadistas en Francia, iniciada en 2015, causó 259 muertos.