Cerca del Día de la Mujer, los partidos políticos españoles conviertieron el feminismo en un arma electoral arrojadiza, con la vista puesta en las legislativas del 28 de abril. (Foto: EFE)
Cerca del Día de la Mujer, los partidos políticos españoles conviertieron el feminismo en un arma electoral arrojadiza, con la vista puesta en las legislativas del 28 de abril. (Foto: EFE)

Madrid. Cuando falta muy poco para las movilizaciones del , este 8 de marzo, los partidos políticos españoles conviertieron el feminismo en un arma electoral arrojadiza, con la vista puesta en las legislativas del 28 de abril.

Sindicatos, asociaciones feministas y partidos de izquierda han llamado a un paro de al menos dos horas este viernes. Esperan reeditar la inédita huelga y las manifestaciones del año pasado, que movilizaron a millones de personas en toda .

Este año el movimiento llega en plena precampaña de las legislativas anticipadas del 28 de abril, que se presentan como un duelo de bloques entre la izquierda y los conservadores.

A base de videos y eslóganes, el Partido Socialista (PSOE) del presidente del gobierno saliente Pedro Sánchez insiste en su compromiso con el feminismo y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

El viernes en el consejo de ministros, el gobierno más femenino de la historia del país adoptó una serie de medidas que van en esa línea: la prolongación progresiva del permiso de paternidad a 16 semanas, y la obligación a las empresas de más de 50 empleados de desglosar las diferencias salariales entre hombres y mujeres.

El objetivo es cerrar la brecha salarial hombres y mujeres, que en era del 14,2% en 2016, dos puntos por debajo de la media europea, según los últimos datos de Eurostat.

- La ultraderecha contraataca -

Para los socialistas, el objetivo es "situar la agenda en temas sociales: feminismo, redistribución, pobreza", comenta a la AFP Cristina Monge, politóloga en la Universidad de Zaragoza. Temas todos ellos "más propios de la izquierda" que la defensa de la unidad de frente al separatismo catalán, donde la derecha es percibida como más fuerte.

Según un sondeo del instituto Metroscopia difundido este luens, el 77% de los encuestados considera justificada la huelga del 8 de marzo.

Un porcentaje que ha bajado en cinco puntos en un año, en particular entre los simpatizantes de partidos conservadores. Y es que los últimos meses han visto emerger a Vox, un partido de ultraderecha caracterizado por un potente discurso contra el feminismo y "la izquierda misándrica".

Vox, que podría resultar decisivo para constituir una mayoría de derechas tras las legislativas, se opone especialmente a la ley de violencia de género, argumentando que deja indefenso al varón frente a falsos testimonios por parte de mujeres "desaprensivas".

Más allá de este partido, la organización católica ultraconservadora Hazte Oír ha fletado estos días un autobús que está recorriendo el país y ha soliviantado a las feministas. Sobre el lema #StopFeminazis, en él se ve un retrato de Hitler maquillado, con carmín y el emblema de la lucha feminista, de color violeta, en la gorra.

Además de esto, el 10 de marzo en Madrid, la "Women of the World Global Platform", que agrupa a organizaciones católicas y antiabortistas de distintos países, ha convocado una contramanifestación en nombre de las "mujeres, hombres y familias" que quieren romper "con un feminismo rancio y pasado de moda", el representado por la izquierda, según su portavoz Leonor Tamayo.

 "Feminismo liberal" -

En el centro-derecha, el Partido Popular (PP) y Ciudadanos se desmarcan de este discurso, aunque sin animar a movilizarse el 8 de marzo, como sí hacen PSOE y Podemos.

Ciudadanos presentó así el domingo un manifiesto en favor de un "feminismo liberal". "El feminismo no es monopolio de nadie", dijo su portavoz, Inés Arrimadas.

El PP por su lado ha puesto en sordina el discurso crítico de su líder Pablo Casado sobre el aborto, y habla ahora de la necesidad de eliminar las desigualdades salariales y favorecer la entrada de las mujeres en el mercado laboral.

"Que no hablen por nosotras", enfatizó refiriéndose a la izquierda la presidenta saliente de la cámara baja, Ana Pastor, en un video de campaña del PP.

Para Cristina Monge, toda esta batalla es "una prueba palpable de que la etiqueta del feminismo ya está instalada y vende" políticamente.

"Hay mucha gente de la derecha (...) que a lo mejor no se ponen un lazo morado el día 8, pero lo que tampoco van a tolerar es que sus partidos se sitúen enfrente", apostilla.

Fuente: AFP

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