Un asesino convicto perteneciente a la mafia italiana y en fuga desde 2006 ha sido capturado en Francia.
El hombre vivió haciéndose pasar por chef de pizzas durante al menos tres años.
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La captura de Edgardo Greco en Saint-Étienne es el segundo arresto de un integrante de alto perfil de la mafia por parte de las autoridades italianas en cuestión de semanas.
El primero fue Matteo Messina Denaro, quien llevaba prófugo 30 años cuando fue detenido en una visita a una clínica en Sicilia.
Ambos hombres eran buscados por llevar a cabo espeluznantes asesinatos en la década de 1990.
Mientras que Messina Denaro era el “jefe de jefes” de la notoria Cosa Nostra de Sicilia, Greco era parte de la mafia del crimen organizado ‘Ndrangheta que se originó en la región de Calabria en el sur profundo de Italia.
La ‘Ndrangheta es ahora la mafia más poderosa de Italia y sus tentáculos se extienden por Europa y América del Sur.
Los crímenes
Greco, de 63 años, era buscado por el asesinato de dos hermanos durante una “guerra de mafia” entre dos pandillas a principios de la década de 1990.
Stefano y Giuseppe Bartolomeo fueron asesinados, presuntamente a golpes, en una pescadería de la pequeña ciudad de Cosenza en enero de 1991. Nunca se encontraron sus cuerpos y se cree que fueron disueltos en ácido.
Greco era parte de una pandilla rival y también fue acusado del intento de asesinato de otro hombre más tarde ese año en el mismo pueblo.
Cuando un juez de primera instancia emitió una orden de arresto contra él en 2006, Greco se dio a la fuga.
Ocho años después, se instaló en la ciudad francesa de Saint-Étienne, al suroeste de Lyon, y finalmente asumió el trabajo de pizzaiolo en un restaurante italiano.
Greco adquirió una nueva identidad, llamándose a sí mismo Paolo Dimitrio. A estas alturas, había sido condenado a cadena perpetua en Italia y era objeto de una orden de arresto europea.
El descuido
Pero en julio de 2021 estaba tan seguro de su nuevo alias que apareció en un artículo de un periódico local, alardeando de las “recetas regionales y caseras” de su restaurante, como raviolis, risotto y tagliatelle.
Greco, usando el nombre de un criminal de Puglia en el sureste de Italia, ahora tenía una barba gris y anteojos. La reseña lo presentaba como un italiano de nacimiento, pero que en el fondo era un local de Saint-Étienne.
Sin embargo, seguía siendo perseguido por el principal fiscal antimafia de Italia, Nicola Gratteri, quien ha pasado décadas trabajando contra el ascenso de la ‘Ndrangheta.
En un comunicado, el cuerpo de Carabinieri de Italia dijo que, desde 2019, los investigadores habían rastreado la red de apoyo de Greco, que finalmente los condujo a través de los Alpes hasta Saint-Étienne.
Interpol dijo que su operación anti-’Ndrangheta también estuvo involucrada en la misión para encontrarlo. La policía italiana luego confirmó su identidad y se movió para arrestarlo.
El ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, elogió a la policía por llevar ante la justicia a uno de los peores criminales de Italia, mientras que el jefe de la región de Calabria, Roberto Occhiuto, dijo que el arresto subraya el compromiso de Italia con la lucha contra todas las formas de crimen organizado.