La infanta Cristina, hija del rey de España, declaró este sábado ante el juez que "tenía mucha confianza" en su esposo, Iñaki Urdangarin, sospechoso de malversar dinero público, y tomó distancias de sus actividades, afirmó uno de los abogados de la acusación popular.
"El 95% de las respuestas que da son evasivas. Ella está serena y tranquila y bien preparada", declaró a los periodistas Manuel Delgado, abogado de la asociación Frente Cívico "Somos Mayoría", durante un receso en la declaración.
"Ella intenta no reconocer hechos que la comprometan. Está ejerciendo su derecho a no decir una verdad que la comprometa", agregó.
Cristina, de 48 años, segunda hija del rey Juan Carlos, afirmó -según este abogado- que "tenía mucha confianza en su marido", con el que compartía el 50% la empresa Aizóon, presuntamente utilizada en la malversación.
Delgado aseguró que el juez José Castro, que instruye este complicaso caso, estaba haciendo preguntas muy rigurosas a la infanta, imputada por presuntos delitos fiscales y de blanqueo de capitales.
El magistrado sospecha que Cristina, séptima en la sucesión al trono de España, cooperó en las actividades presuntamente delictivas de Urdangarin, ex medallista olímpico de balonmano, imputado el 29 de diciembre del 2011 por la malversación, junto a un ex socio, de 6,1 millones de euros (unos US$8 millones) de dinero público.
Estos fondos habrían sido trasferidos después a un entramado de empresas fantasma, entre las que figura Aizóon. El juez Castro debía interrogar a la infanta sobre una serie de gastos personales pagados aparentemente con el dinero de dicha compañía.
La hija del rey había llegado poco antes de las 10 de la mañana a este tribunal de las Islas Baleares a bordo de un automóvil, del que bajó sonriente y aparentemente relajada, saludando a los fotógrafos y cámaras de televisión de todo el mundo antes de entrar en el juzgado.
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