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En un único debate televisado, el socialdemócrata Martin Schulz desplegará este domingo todo su talento combativo para intentar doblegar a la canciller Angela Merkel, la gran favorita ante las elecciones del 24 de septiembre en Alemania.
El duelo televisado de una hora y media --no hay otro previsto antes de los comicios--, será retransmitido en horario de máxima audiencia (3:15 p.m., hora peruana) por las cuatro grandes cadenas y se prevé que lo sigan al menos 20 millones de telespectadores, un tercio del electorado.
Si el líder socialdemócrata del SPD logra que la impasible canciller, que "parece casi intocable tras 12 años de poder", salga de su prudencia, entonces "las tres próximas semanas podrían ser apasionantes", opina el semanario Der Spiegel.
Sin embargo sería casi un milagro, en un momento en el que los socialdemócratas siguen muy distanciados de los conservadores de Merkel en las encuestas. El último sondeo publicado el viernes mostraba una diferencia de 17 puntos en intención de voto.
Según una encuesta del instituto Emnid divulgada el domingo, cerca del 30% de los alemanes piensa que el debate tendrá un gran impacto en el resultado de las legislativas, frente al 52% que considera que será limitado.
- Choque de personalidades -
El duelo se anuncia como un choque de personalidades.
Por un lado la racional Angela Merkel, de 63 años, hija de un pastor protestante de la RDA, que sopesa cada una de sus palabras.
Por el otro, el locuaz Martin Schulz, dos años menor. Nacido en la Alemania occidental católica, le gusta presentarse como "hombre del pueblo" y recordar que es un alcohólico arrepentido, autodidacta y que dejó la escuela sin diplomarse.
"La espontaneidad y la elocuencia no son realmente las cualidades de Merkel, que parece un poco antipática. Schulz podría aprovecharlo en este duelo televisado", indica el jefe del instituto Forsa, Manfred Güllner.
Tal vez, consciente de esta debilidad, la canciller rechazó cambiar el formato del debate.
Los dos candidatos se someterán así al ritual de preguntas y respuestas, orquestado por un equipo de cuatro periodistas. "Un modelo encorsetado" querido por Angela Merkel, denunció su rival.
- Confianza a prueba de todo -
Pero Martin Schulz muestra una confianza a prueba de todo.
"El 46% de los electores siguen indecisos (...) Creo que podemos darle la vuelta al resultado", declaró a finales de la semana. "No estoy nada nervioso", insistió el candidato cuya popularidad igualó brevemente la de la canciller en enero, tras presentarse como líder del SPD para las elecciones.
Fiel a su estrategia, Angela Merkel ignora a su rival y apuesta por su balance desde su ascensión al poder en 2005, con una tasa de desempleo históricamente baja.
La cuestión de la inmigración, que la debilitó como nunca tras la llegada de más de un millón de demandantes de asilo en 2015 y 2016, pasó a un segundo plano para los electores.
Frente al auge del populismo en el mundo, la opinión alemana, preocupada, se siente tranquilizada por la experiencia de Angela Merkel, poco inclinada a cambiar.
Su contrincante, está condenado a la ofensiva, con un margen de maniobra reducido por la presencia del SPD en la actual coalición en el gobierno.
Martin Schulz quiere insistir en la justicia social y la necesidad de inversiones públicas, especialmente en la educación. Ahí donde Angela Merkel se resiste a grandes gastos, pese a los generosos excedentes presupuestarios del país.
(Fuente: AFP)
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