“Pido disculpas por el profundo error generacional que sufrieron las madres irlandesas y sus hijos”.
Con esa frase, el primer ministro irlandés, Micheal Martin, se disculpó formalmente el miércoles en el Parlamento por el trato que recibieron las mujeres y sus bebés en los hogares administrados por el Estado y la Iglesia para madres solteras.
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La disculpa del gobierno irlandés llegó después de que una investigación descubriera un “nivel espantoso de mortalidad infantil” en esos hogares.
Establecidas en los siglos XIX y XX, estas instituciones albergaban a mujeres y menores que quedaban embarazadas fuera del matrimonio.
Cerca de 9.000 niños murieron en 18 de estos hogares que fueron investigados.
Las autoridades reconocieron este martes que el informe revela que existía una “cultura asfixiante, opresiva y brutalmente misógina”.
Martin indicó que la investigación muestra un “capítulo oscuro, difícil y vergonzoso” de la historia irlandesa.
La comisión que investigó los hogares encontró que la cantidad de niños que murieron fue alrededor del 15% de todos los que nacieron en esas instituciones.
56.000 madres solteras y 57.000 niños pasaron por los hogares investigados por la comisión, la mayoría de ellos entre las décadas del 60 y 70.
Uno de estos casos es relatado por Anna Corrigan, quien busca saber qué pasó con dos de sus hermanos que nunca conoció y fue entrevistada por Eimear Flanagan de la BBC.
50 años sin saber
Corrigan tenía más de 50 años cuando realizó un sorprendente descubrimiento sobre su familia.
La mujer nacida en Dublín fue criada como hija única, pero en 2012 descubrió que tenía dos hermanos mayores de los que su madre nunca le habló.
También supo que ambos nacieron mientras su madre era residente en uno de los hogares para madres y bebés en la localidad de Tuam, en el oeste del país.
Y lleva los últimos ocho años intentando confirmar que fue de ellos.
Todavía no sabe lo que les sucedió y tampoco si se encuentran con los cuerpos de otros menores enterrados en una fosa común detectada en Tuam.
“Necesito saber qué pasó”, dice Anna.
La mujer quiere una exhumación completa del sitio de entierro de los menores con pruebas de ADN para identificar a todos los que yacen en la parcela.
La historia de Corrigan fue fundamental para atraer la atención mundial sobre la controversia sobre los niños fallecidos desde 2014.
Su madre, Bridget Dolan, fue una de las miles de mujeres que dieron a luz en secreto en una época en la que el escándalo del embarazo fuera del matrimonio a menudo destruía vidas.
Murió en 2001 y se llevó el secreto a la tumba, por ello Anna nunca supo de sus hermanos.
Una década después del fallecimiento de su madre, Corrigan comenzó a investigar la historia de su familia.
Así fue como descubrió en los registros de la organización benéfica para niños Barnardos que su madre dio a luz a dos niños con más de cuatro años de diferencia entre ellos mientras residía en ese hogar de Tuam.
Más preguntas que respuestas
Según su certificado de nacimiento, el primer hijo, John Desmond Dolan, nació el 22 de febrero de 1946.
Y el segundo, William Joseph Dolan, tiene como fecha de nacimiento el 21 de mayo de 1950.
A Anna le dijeron que sus dos hermanos murieron cuando eran bebés, pero nunca se emitió un certificado de defunción para William y la muerte de John tampoco estaba certificada médicamente.
Los pocos documentos oficiales a los que Corrigan tuvo acceso la dejaron con más preguntas que respuestas.
El hogar de Tuam tuvo una inspección en abril de 1947 y, según el informe que obtuvo Anna, las condiciones de vida eran extremadamente difíciles.
En ese entonces se encontraron problemas de salud entre varios de los 271 niños del hogar, a los que se describen como “debilitados” y “delicados”.
El inspector describió a John Desmond, de 13 meses de edad, como un “niño demacrado y con un apetito voraz”.
El reporte, con insensibilidad propia de la época también describe a John como un “idiota congénito”.
Aquella inspección también revela que el hogar estaba superpoblado, albergando a 90 residentes más de los que podía acomodar.
Como la mayoría de las madres solteras, Bridget Dolan, tuvo que dejar la casa 12 meses después de dar a luz e irse sin su bebé.
Consiguió un empleo como trabajadora doméstica y mandaba algo de dinero al hogar para ayudar a mantener a su hijo.
Pero en 1947 hubo un brote de sarampión en el hogar y el certificado de defunción de John indica que murió el 11 de junio de ese año señalando esa enfermedad como la causa.
¿Qué pasó?
Corrigan quiere saber por qué su hermano, que nació con un peso saludable de casi 4 kilos padecía hambre y se veía demacrado tan solo un año después.
Ella teme que la desnutrición y la negligencia sean los motivos más importantes, pero a pesar de que un inspector notó su mala salud, le dijeron a Anna que no había más registros médicos de John.
Y hay aún más misterio sobre los registros de nacimiento y defunción de su segundo hermano.
Anna no sabe cómo su madre terminó en la misma situación difícil tres años después y cómo terminó una vez más en ese hogar de Tuam en 1950.
Los certificados encontrados muestran que William nació en un hospital el 21 de mayo de ese año y fue bautizado cuatro días después.
De acuerdo a los documentos encontrados, la orden de las monjas que dirigían la casa para madres embarazadas, las Hermanas de Bon Secours, William murió el 3 de febrero de 1951, pero no hay ningún registro de defunción oficial.
La única documentación disponible es una anotación en el cuaderno de registros de las monjas que dice que William murió y no proporciona ninguna razón ni explicación médica.
Curiosamente, también indicaba una fecha de nacimiento diferente de William: 20 de abril de 1950.
Desaparecido
Todas esas inconsistencias hacen que Corrigan se pregunte si William pudo ser adoptado y si existe alguna posibilidad de que siga vivo.
Preocupada por tanta documentación faltante y contradictoria, Anna se puso en contacto con la policía irlandesa.
Denunció a William como una “persona desaparecida” porque no se registró su muerte. También les pidió que investigaran las circunstancias del fallecimiento de John.
BBC News le preguntó a la policía si investigó lo que pasó con los dos menores, pero señalaron que no iban a realizar comentarios sobre casos individuales antes del informe anunciado esta semana.
Un portavoz de las Hermanas de Bon Secours también dijo que no podían comentar antes de la publicación del mismo.
Poco después de que Corrigan se enterara de la existencia de sus hermanos, se puso en contacto con la historiadora aficionada Catherine Corless, cuya minuciosa investigación sobre registros de muerte y entierro en los hogares de madres embarazadas y niños ayudó a descubrir la fosa común en Tuam.
Ambas lograron que se prestara atención al tema en los medios locales en 2014 y luego Anna le dio una exclusiva al Irish Mail ese mismo año.
Contó su historia de forma anónima a la reportera Alison O’Reilly, y en unos días el caso de sus dos hermanos estaba en los titulares de varias partes del mundo.
La controversia llevó al gobierno a establecer una investigación que, en 2017 confirmó que se habían encontrado cantidades significativas de restos humanos en una tumba sin nombre en Tuam.
Después de eso, Corrigan decidió dejar el anonimato y su historia se convirtió en el tema de un libro.
Aunque ella todavía no sabe la verdad completa de lo que sucedió con sus hermanos.
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