Ginebra (Agencias). El derribo del avión de pasajeros de Malaysia Airlines en el este de Ucrania, que mató a sus 298 ocupantes, puede considerarse un crimen de guerra, afirmó hoy la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay. Según la funcionaria el derribo ocurrido el el 17 de julio fue una violación del derecho internacional y, dadas las circunstancias, "puede ser un crimen de guerra".
"Es imperativa una investigación rápida, completa, efectiva e independiente sobre este hecho", recalcó, coincidiendo con la divulgación del último informe de la misión de observadores enviada por su oficina a Ucrania.
En la presentación de este documento a la prensa, el jefe de la Sección para las Américas, Europa y Asia Central del alto comisionado, Gianni Magazzeni, dijo que "se necesita establecer los hechos y circunstancias de lo sucedido" en relación con el avión. De este modo se podrán "definir las siguiente etapas" y garantizar que "los responsables sean juzgados". Sin embargo, recalcó que el organismo que la comisión de la ONU que dirige Pillay no está directamente involucrada con las investigaciones.
Sobre la situación de crisis en el este de Ucrania, la ONU estimó hoy que desde mediados de abril hasta mediados de julio en el conflicto murieron al menos 1.129 personas y más de 3.400 resultaron heridas.
Según una parte del texto recogida por la agencia DPA, en los combates en Donetsk y Lugansk las dos partes utilizaron armas pesadas en zonas residenciales, como artillería, cohetes o tanques.Los separatistas someten a gran parte de la población en el este de Ucrania a un "régimen de terror", dice el documento. Para reforzar su poder, los separatistas secuestran, encierra, torturan y ejecutan a la gente.
Además se constata que a la cúpula de los rebeldes, bien armados y organizados, pertenecen "muchos ciudadanos de la Federación Rusa", "entrenados y endurecidos por su experiencia en conflictos como los de Chechenia y Transnistria (en Moldavia)". Además, los rebeldes tienen armas de guerra pesadas como artillería de defensa antiaérea.
El informe señala que "la situación en el este es desesperada, con 104 edificios en manos de grupos armados, de los que 24 son instalaciones militares, 16 sedes administrativas y de autoridades locales, 16 del Ministerio del Interior y 7 de los Servicios de Seguridad".
Por otra parte, la misión de observadores cree que en los próximos meses puede haber una nueva ola de desplazados de la península de Crimea -anexada por Rusia en marzo- por el acoso que están sufriendo allí las minorías.