Reflexivo y atento a lo que diezma a la población mundial. En esta ocasión el Papa Francisco pidió por los desplazados y refugiados a solo tres días de iniciarse la Conferencia de Paz, conocida como Ginebra II.
Para este evento, Rusia y EE.UU. han convocado repetidas veces a Siria, donde el llamado a la paz es urgente. El años pasado, en septiembre, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó que los conflictos en el país que gobierna Bashar al Asad han provocado un éxodo de seis millones de personas.
A ellos, les pidió "no perder la esperanza de un mundo mejor". Sus palabras fueron dadas antes del tradicional Angelus, y en celebración de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado.
"Queridos amigos ustedes están cerca del corazón de la Iglesia, porque la Iglesia es un pueblo en camino hacia el reino de Dios", destacó Jorge Bergoglio. Y anadió: "les deseo que vivan en paz en los países que los acogen, custodiando los valores de sus culturas de origen".
El carismático y sensible Francisco, hizo un llamado para luchar contra aquellos que explotan y usufructuan de la desgracia de un migrante, a quienes denominó 'mercaderes de la carne'.
El abandono inminente del hogar y el escape a un lugar seguro que los saque del peligro, se produce con más frecuencia en poblaciones que viven en una nación que esté en situación de conflicto recurrente.
Tal es el caso de Sudán del Sur. La escalada de violencia que se inició el 15 de diciembre del 2013, ha provocado que 180 mil personas abandonen sus hogares en busca de un refugio para sobrevivir.
"En este momento pensemos en los muchos migrantes: tantos migrantes y refugiados, en su vida a menudo sin trabajo, sin documentos... ¡tanto dolor! Recemos todos juntos por los migrantes y refugiados que viven situaciones muy graves y difíciles", pidió el sumo pontífice.