Cuando el dinero no le alcanzaba ni para comprar leche y la tuvo que robar de la residencia estudiantil, decidió que solo tenía una opción para ganar un poco de efectivo.
El individuo, que no quiere ser nombrado, confesó haber tenido citas con hombres cuando era estudiante, por lo que le pagaban entre US$25 y US$150.
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“Ese tipo de trabajo siempre estuvo en mi radar, ya que era una manera fácil de ganar dinero en momentos difíciles. Solo lo hacía cuando realmente lo necesitaba”, dijo.
Al final, sus padres lo descubrieron y le pusieron un alto al asunto.
No se lo contó a nadie más, ni siquiera a su novia.
Hoy tiene un empleo y ya no tiene que recurrir a otras vías para conseguir ingresos. Aun así, dice que no está en posición de dar consejos a otros estudiantes que pasan por dificultades económicas.
“Echando la vista atrás, lo lamento. Pero si estuviera en la misma situación otra vez, posiblemente haría lo mismo”, reconoció.
Dinero urgente
De acuerdo a un sondeo llevado a cabo entre 3.000 estudiantes del Reino Unido y publicado en agosto, uno de cada 25 universitarios ha incursionado en trabajos de tipo sexual, incluyendo salir con hombres mayores a cambio de regalos o favores, vender ropa interior usada o tener sexo por dinero.
El sondeo en cuestión es la Encuesta Nacional de Dinero Estudiantil y la realiza cada año Save the Student, un sitio Internet que aconseja a los estudiantes sobre cómo optimizar sus ahorros.
En esta edición, sin embargo, el número de encuestados que reconoció haber realizado algún tipo de trabajo sexual fue el doble que el año pasado.
Además, un 6% más que el año pasado dijo que estaría dispuesto optar por ello si necesitara dinero urgente.
Y casi cuatro de cada cinco estudiantes admitieron estar preocupados por llegar a fin de mes.
Otra exalumna entrevistada, que también quiso mantenerse en el anonimato, expresó sorpresa ante la cantidad de compañeros que estaban involucrados en algún tipo de trabajo sexual para poder sobrevivir.
“Nunca he sido tan pobre como cuando fui estudiante. El alquiler era muy alto. Iba a las tiendas y lo único que podía comprar era pizza congelada”, recordó.
Desesperada, encontró información en las redes sociales de cómo vender fotos para un sitio online de fetichismo. Ganaba US$130 o más a la semana vendiendo fotos y videos de sus pies a hombres.
“Fui sincera al respecto. Mi papá lo sabía, mi novio lo sabía. No lo lamento porque conseguí una manera de hacer dinero para comer”, dijo.
“Pero la universidad fue un horror, porque me llevó a hacer ese tipo de trabajo y eso es muy injusto. Siempre sentiré amargura por eso”.
Ansiedad y depresión
El 57% de los entrevistados dijo haber visto su salud mental afectada debido a la preocupación económica, un aumento del 11% en comparación con el año anterior.
La psicoterapeuta Hannah Morish explica que el trabajo íntimo podría fácilmente llevar a la ansiedad y la depresión.
“El trabajo sexual puede causar sensación de aislamiento por el estigma que conlleva. Esto significa que, si un estudiante tiene una experiencia negativa o peligrosa, podría ser incapaz de hablar al respecto, lo que lo conduciría a sentirse aún más solo”, manifestó.
“Las universidades y las organizaciones estudiantiles deben cerciorarse de que ofrecen consejo y lugares seguros en el campus u online a los estudiantes que están participando en este tipo de trabajo o considerando hacerlo”.
Jake Butler, del sitio Save the Student, dice que la financiación estudiantil debería ser de máxima prioridad.
“Que la cifra de estudiantes involucrados en el trabajo sexual se haya duplicado en dos años es alarmante y muy preocupante. Pero no es inesperado, dada la situación financiera en la que se encuentran”, dijo.
“Ahora es más importante que nunca que los estudiantes sean conscientes de las presiones financieras desde el comienzo, para que puedan hacer un presupuesto de los gastos más efectivo”.
El Sindicato Nacional de Estudiantes de Reino Unido (NUS, por sus siglas en inglés) tiene información sobre cómo manejar el estrés y la deuda.