La justicia de República Checa acusó a una enfermera de haber envenenado con dosis masivas de potasio durante los últimos cuatro años a seis pacientes que murieron a causa de ello, reportó la agencia AFP.
Medios checos identificaron a la enfermera como Vera Maresova, de 50 años, quien, según las acusaciones, suministró las dosis letales a pacientes a su cargo en el hospital de Rumburk, a unos 100 kilómetros al norte de Praga, la capital checa.
"La sospechosa está acusada ahora de seis cargos de homicidio", dijó el fiscal Frantisek Stibor.
Maresova fue acusada en agosto de un único homicidio cometido en junio. Sin embargo, tras realizar las investigaciones, las autoridades la acusaron también de provocar otras cinco muertes.
La enfermera se encuentra bajo prisión provisional como una medida para que no pueda huir, afirmó el juez Jan Tichy. Maresova se enfrenta a condena a cadena perpetua.
El potasio suele formar parte del compuesto de las inyecciones letales que se usan en Estados Unidos para ejecutar a lo condenados a la pena de muerte.
Si se suministra una fuerte dosis de potasio a una persona, ésta puede sufir un par cardiaco con facilidad.