Triturar pollitos, una práctica común y legal en la Unión Europea, ha causado controversia e impulsó a que Suiza aprobara la Ley de Protección Animal para, a partir del 2020, prohibirla, según el diario español “La Vanguardia”.
De acuerdo con el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA), cada año alrededor de 4.000 a 6.000 millones de polluelos machos son sacrificados en el mundo porque no producirán huevos, ni crecerán lo suficientemente rápido como para justificar el costo de su alimentación para producir carne.
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Asfixiados con dióxido de carbono, electrocutados o arrojados a la trituradora, así es como sacrifican a los pollitos. Una vez triturados, estos animales son utilizados para la elaboración de alimentos para reptiles y otros animales del zoológico.
Conscientes de la cruel situación por la que pasan estas aves, el año pasado un grupo de investigadores de la Universidad de Leipzig, en Alemania, diseñó un método para identificar el sexo de los polluelos antes de nacer.
Seleggt, así llamaron al procedimiento que consiste en agujerear la cáscara del huevo con un láser y extraer parte del líquido que contiene para analizar sus hormonas sexuales. Este nuevo método permitiría conocer el sexo del polluelo antes de nacer en un 98,5%.
Los primeros huevos de gallina que pasaron por este procedimiento se venden desde el 2018 en los supermercados berlineses Rewe Group, bajo la etiqueta de “Respeggt”, una combinación de las palabras “respeto” y “huevo”.
Por otro lado, la agrupación planea que para el año entrante, esta tecnología se aplique en el resto de Europa, pero que principalmente las granjas avícolas alemanas, sean partícipes de ella.
Suiza también se pronunció al respecto mediante la aprobación de la Ley de Protección Animal, que para el 1 de enero del 2020 prohibirá que los polluelos machos recién nacidos sean triturados.
Asimismo, en conjunto con los veterinarios locales se encargarán de inspeccionar las granjas avícolas para garantizar el cumplimiento de la nueva ley.
Luego de que PACMA anunciara que cada año en España, de los 100.000 polluelos que nacen por día, 35.000 de ellos terminan siendo sacrificados; los ambientalistas emitieron un comunicado donde aseguran que harán todo lo posible para que en “España y Europa se legisle en favor a medidas que eviten la tortura y sufrimiento a millones de animales que cada año son arrinconados por la industria ganadera y tratados como desperdicios”.
Pero no solo son los machos quienes se ven expuestos a crueles procedimientos, pues según la ONG Igualdad Animal, el 82% de las hembras viven confinadas en pequeñas jaulas y son sometidas a rayos infrarrojos sin ningún tipo de anestesia, para cortarles el pico y evitar picajes o canibalismo, conductas que se desarrollan como consecuencia del estrés.
Según el diario La Vanguardia, el secretario general de la Organización Interprofesional de la Avicultura de Carne de Pollo (Propollo), Ángel Martín, España, el cuarto productor de carne de ave de la Unión Europea, sacrifica cada año 560 millones de aves.